Conocemos a esta abeja desde su nacimiento, la serie de dibujos animados comenzó a emitirse en 1975 y nos enamoró desde el primer momento, este personaje tan rebelde y con tantas ganas de aventuras que siempre se metía en problemas por sus enormes ganas de aprender y conocer mundo. Siempre iba acompañada por su inseparable Willi que el pobre no podía dejarla sola por miedo a que le ocurriera algo y en sus correrías estaba el escarabajo Flip que cuidaba de los dos en un mundo lleno de peligros.
Este simpático personaje lo he realizado siguiendo las indicaciones de Amigurumibb, aunque como siempre me he tomado algunas libertades, pequeñas pero alguna. Os pongo algunas fotos, se empieza por los pies y se sigue por las piernas, cuando se tienen las dos se juntan y se continúa con el cuerpo
La cabeza también se hace por separado, se colocan los ojos y los bordados de la cara una vez finalizada y después se une al cuerpo cosiéndola con puntos escondidos.
Los brazos y las manos también se tejen por separado, primero los cuatro dedos y se unen para continuar con las mano y el brazo.
Aquí os muestro las piezas para formar la abeja
Los ojos los he puesto móviles pero en el modelo los pinta y las antenas las he colocado después de colocar la peluca base y son un trozo de limpiapipas con unas bolitas de madera como final.
Hay cinco mechones distintos y los he distribuido como he podido porque las instrucciones están en inglés y lo único que tenía claro eran los cinco mechones de delante, pero el resultado no ha sido malo. Estos mechones van colocados en la base de la peluca que se coloca sobre la mitad de la cabeza.
Para terminar he dibujado unas alas en un trozo de plástico opaco que tenía guardado de una libreta antigua, en la foto no se notan mucho pero quedan muy monas, o eso me parece a mí.
Para finalizar agradecer a Jen el esfuerzo que realiza todos los meses organizando estos retos y animaros a todas a visitar a las participantes para que nos digáis lo que os parecen nuestros trabajos.
Cuidaos mucho y no bajemos la guardia que seguimos viviendo con el dichoso bicho y no nos da demasiada tregua.