en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es un amigurumi? ¿Y tú me lo preguntas?
Amigurumi... eres tú."
¡¡Ay si Bécker levantara la cabeza y leyera mi adaptación... se quedaba muerto!! (Perdón por el chiste malo, escribo esto en Halloween). Poemas aparte mi definición no va desencaminada: Amigurumi eres tú. Y es que los amigurumis tienen un poco (o un mucho) de nosotr@s cuando los creamos: un poco de la ilusión, el trabajo y el amor que se necesitan para hacerlos. Y un poco de nuestra personalidad en los detalles que les ponemos, en los colores que escogemos, los diseños...
Un amigurumi es también la excusa perfecta para seguir teniendo un muñeco a partir de la edad del pavo.
Cuando eres niñ@ adoptas un juguete de trapo, peluche o similar (o a una mantita) como compañero inseparable de juegos, lo conviertes en tu consuelo cuando tienes miedo, lo abrazas fuerte para dormir y vas a todas partes con él a rastras.
Después llegamos a una edad tonta en que cambiamos nuestro juguete por algo más práctico como una prenda de ropa, o más pequeño y discreto como un llavero, y lo camuflamos como amuleto de la suerte. Pero no es lo mismo.
Entonces te conviertes en niñ@ grande y te das cuenta de lo bien que se está en casita una tarde de domingo de invierno por la tarde, acurrucadit@ en el sofá debajo de la manta sin nada que hacer, y como no tienes nada que hacer empiezas a buscar un pasatiempo, y descubres el ganchillo y los amigurumis, y te pones a ello y haces tu primer amigurumi, y es un churro muy feo pero tú le ves gracioso y tu familia que te quiere mucho te dice que es muy bonito y que te ha quedado muy bien, y te sientes la mar de feliz y ya sólo quieres pasarte el resto de tu vida tejiendo amigurumis...
Pues eso es un amigurumi. Amigurumi eres tú.
Si lo que buscas es una definición más técnica de amigurumi te diré que un amigurumi es un juguete tejido a ganchillo (aunque también hay juguetes tejidos a dos agujas a los que yo llamo amigurumis porque, pobrecillos, no tienen nombre), una tendencia japonesa de hacer muñecos con la técnica del crochet, ¿o una terapia antiestrés de origen japones? Bueno, sea como sea el caso es que tejer o hacer ganchillo en general y hacer amigurumis en particular, es tremendamente adictivo y beneficioso:
libera el estrés, ayuda a dejar de fumar y en las dietas ya que distrae la mente, eleva la autoestima al enseñarte a ti misma las cosas taaaan cuquis que eres capaz de hacer y te la eleva más aún cuando los demás piropean tu trabajo, mejora tu capacidad de concentración a la vez que ejercita tu mente mientras cuentas puntos y vueltas y te enseña a ser paciente... Seguro que tiene más ventajas, ¿por qué no las decubres? Te invito a mi CURSO AMIGURUMI donde aprenderemos a crear amigurumis y muñecos tejidos a dos agujas desde cero ¿te apuntas? Como aperitivo puedes ir a mi galería y ver algunos de los amigurumis y muñecos tejidos que he hecho.