Poner un armario en su habitación ha sido algo que hemos ido retrasando quizá demasiado. Al principio, porque además de la cama que hay, estaba la cuna. Luego, porque no teníamos tiempo para ir a comprarlo. Pero había llegado un momento en que resultaba imposible tener organizada su ropa. Hasta ese momento, lo resolvía con este mueble:
Lo teníamos en el piso donde vivíamos antes, y nos hacía el "apaño". Pero además del color (me gustan los dormitorios de niños de color blanco) ya no era operativo.
Estoy encantada con este cambio (y Celia más, que le cuenta a todo el mundo que tiene un armario!!!), porque además, hasta me sobra sitio.
En la parte superior, he colocado unas cajas. La grande, la compré en un "Todo a cien", y la de encima, la forré con papel vinílico de color mirado, un poco de washitape de Ikea, y a las dos, unas etiquetas de efecto pizarra. Y a la izquierda, un cesto de mimbre con los peluches que menos usa.
Cuando le mandé la foto a unas amigas, una de ellas me preguntaba si lo iba a "tunear"... Y no, de momento. Pero tenía que ponerle algo que lo distinguiese. Así que en los pomos del cajón, he colgado unos pájaritos Tilda:
Y ya que estaba con la aguja en la mano, en los pomos de la puerta, dos corazones:
Y una vez que he empezado con esta línea de decoración, muy "Tilda", creo que voy a continuarla. No me gustan los dormitorios totalmente rosas, porque creo que al final te cansas (y se cansa la niña). Así que con pequeños detalles, lo iré consiguiendo.
¿Qué os ha parecido el cambio?
Que paséis una feliz semana!.
PD: os recuerdo que aún podéis participar en el Sorteo de un monograma en vinilo hasta el sábado 24.