En marzo, os enseñé las paredes tristes de mi cuarto de baño:
Y más adelante, cómo pinté dos estanterías para esas paredes vacías.
Hoy os enseño cómo quedó el otro mueble:
Con pequeñas cestas para guardar las barras de labios, una caja de zinc para las tiritas, y mi colección de esmaltes de uñas (desde que dejé de mordérmelas, no puedo parar de pintármelas!!!).
Para rematar, un lazo de resina, y un corazón hecho con ramas...
Así quedó la otra:
Y como ahora tengo más sitio, pude reorganizar el poyete de la bañera:
Una cesta para los botes grandes, una caja de tela para las cremitas de Celia, y un macetero doble donde están los narcisos que no han llegado a florecer, pero que le dan frescor a este rincón.
Y aunque lo que os muestro a continuación está sobre el lavabo, necesitaba enseñároslo:
Un dispensador de jabón líquido, cuya etiqueta hicimos el viernes pasado Pablo (el gemelo mayor) y yo, con la Silhouette Cameo. ¿Resultona, verdad? Si alguna quiere el diseño para la Cameo, no tiene más que pedírmelo...
Y una vez aprovechadas las paredes, me queda terminar la cortina, que se me está haciendo tan pesada...
Que sigáis con una semana estupenda!