El craquelado es una original técnica que consiste en otorgar un aspecto antiguo y especialmente deteriorado a nuestra obra. Se puede llevar a cabo de diferentes maneras pero el resultado siempre debe ser el mismo, una sofisticada agrietación de la superficie. Su preparación es un delicado procedimiento que podemos realizar en casa y que, con práctica, iremos dominando.
Este método es aplicable sobre todo tipo de objetos como cuadros, muebles de madera, vajillas de cristal, etc. Para ello, en primer lugar, debemos lijar, si fuese necesario, sus caras para dejarlas sin imperfecciones. A continuación extendemos con un pincel, siempre en el mismo sentido, la pintura a modificar. Una vez seca, procedemos a aplicar el craquelador siguiendo la dirección dada y de manera abundante.
Método alternativo
Otra forma de hacer estos surcos de manera sencilla, en este caso, para cuadros sobre madera, es con una lámina pegada a la que hemos dado tres manos de goma de laca o alquil, dejando secar entre una y otra, en vertical, otra en horizontal y la última también en vertical. Posteriormente, aplicamos goma arábiga y dejamos secar. Un ejemplo de ello, es la bella manualidad de la usuaria Sonata.
La lectora Sukaldea, en cambio, ha utilizado este sistema para decorar una vieja caja que tenía por casa. La parte superior ha sido adornada con servilletas de flores en decoupage y la parte inferior con cáscaras de huevo. Igualmente, ha empleado alquil como sistema para finalizar el craquelado.
Sobre cristal
La usuaria YayiRsan también ha recortado una imagen para situar sobre un fondo, esta vez, de vidrio. Ha sido modificado con la técnica de dos colores que consiste en aplicar una tonalidad base, el verde, y por encima un barniz para, una vez seco, terminar con una muestra distinta, plata. Los números que marcan las horas son comprados aparte y pegados.
La lectora Cllivia ha ornamentado un hermoso plato donde se aprecian una coloridas rosas y mariposas. Esta manualidad fue hecha especialmente para Navidad, una época donde se potencia este tipo de trabajos, sobre todo para personalizar la vajilla. Previo a aplicar el craquelador ha envuelto el objeto con papel de arroz.
Cuadros craquelados
La usuaria Nuskani ha elaborado este cuadro como encargo para un regalo. Por ello, tanto en la parte superior como en la inferior han sido grabados dos nombres. El fondo ha sido hecho con traspaso de servilletas y deteriorado con betún de judea y polvos de talco. Sin duda, un aspecto elegante listo para enmarcar.
La lectora Piwiky nos muestra su hermoso diseño de una de las obras más famosas de la historia, los ángeles de la 'Madonna Sixtina' de Rafael. El tamaño de este lienzo nada tiene que envidiar al original ya que alcanza el 1,50 metros. Ha sido envejecido con la sucesiva aplicación de capas de pintura en distintas tonalidades.
Trucos
Para muchas manualidades se emplea, en lugar del alquil, cola de carpintero. A pesar de no dar un aspecto igual al 100%, nos puede salvar de un aprieto si nos hemos quedado sin este material. Asimismo, es más fácil de encontrar y más asequible aunque hay que tener cuidado ya que la cantidad a aplicar y el tiempo no es el mismo.
Otro truco que puede ahorrarnos mucho tiempo es el de usar un secador para terminar nuestro trabajo velozmente. Sin embargo, si vamos a recurrir a un método artificial debemos tener en cuenta la potencia y la distancia a la que aplicamos el calor. Como mínimo debemos mantener un espacio entre medias de unos 30 centímetros.
