Fondos atractivos para tus fotos

Cómo presentar trabajos de manualidades

Cuando fotografiamos cualquier trabajo, conviene evitar que el fondo distraiga y provoque confusión por la presencia de objetos variopintos. ?Debemos entonces realizar una pequeña mudanza despejando parte de la habitación, cada vez que vayamos a fotografiar un trabajo? En absoluto, hay un sencillo truco: colocar un panel detrás del motivo.

 

De esa manera, la pieza quedará gratamente realzada sobre un fondo liso, de color bien elegido, y quienes vean nuestras fotos no tendrán la menor duda de lo que pretendemos mostrar. El ratoncito Pérez de Sukaldea ha estado de visita en nuestro taller, y se ha brindado amablemente a servir de modelo para este provechoso ejercicio.

 

 

 

 

 

Aquí tenemos al protagonista de la sesión, el ratoncito Pérez de la forera Sukaldea. Lo situamos cerca de la ventana para que reciba una adecuada luz lateral desde la izquierda, ponemos la cámara en el trípode, y hacemos la foto. El resultado no queda mal, ¡pero hay demasiadas cosas al fondo! La silla, la mesa, los móviles, la fuente de limones… Tantos objetos crean confusión y alejan nuestra mirada del motivo principal.

¡Esto ya es otra cosa! Hemos puesto detrás un rectángulo de cartón, ocultando todo lo que pueda incomodarnos. Muchos profesionales utilizan soportes de cartón pluma, pero es un material bastante caro, y no es plan en tiempo de crisis, sobre todo si queremos tener varios fondos en diferentes colores. Nosotros reciclaremos el cartón a secas, material mucho más barato. ¡Vamos a convertirlo en un elegante fondo de color liso para nuestro ratoncito!

Empezaremos con un tanteo experimental. Una de las razones que llevan a aconsejar el cartón pluma es su rigidez, gracias a lo cual admite uso prolongado sin que le aparezcan arrugas en la superficie. Nuestro humilde fondo de cartón es bastante más endeble, de modo que le pegamos por detrás media caña de bambú, con cola blanca. De esa manera le damos bastante firmeza, añadiendo muy poco peso.

Veamos ahora la parte delantera, la que servirá como fondo una vez pintada en el color que convenga. Podemos apreciar que tiene un relieve algo accidentado, con bastantes surcos y ‘cicatrices’, notándose además las típicas estrías del cartón. El rótulo azul no es problema, ya que desaparecerá bajo la pintura, pero las irregularidades en la superficie requieren un poco de cirugía estética.

Procedemos a extender una imprimación de pasta selladora Liteplast, que puede lijarse y pintarse perfectamente una vez seca, quedando una superficie bien pulimentada. No ponemos demasiado énfasis cubriendo la parte cercana a los bordes, ya que los recortaremos luego.

Ya con la pasta bien seca, damos un rápido lijado con papeles de grano 100 y 220, quedando el panel razonablemente liso. Hemos llegado a la fase de pintura, que se realiza cómodamente con un spray. Llevaremos mascarilla, y a ser posible realizaremos la tarea en el exterior, cuando no haga viento. Trabajamos con el aerosol a unos 25 cm del cartón, moviéndolo suavemente hasta cubrir toda la superficie. Hemos escogido un color rosa que servirá para muchos trabajos de manualidades.

¡Ahora el ratoncito de nuestra lectora Sukaldea resalta perfectamente sobre el fondo que hemos preparado! Si movemos el cartón para que reciba más o menos luz, el fondo será más luminoso o más oscuro, según nos convenga. Ya sabemos cómo obtener un fondo sencillo, barato y muy efectivo, y podremos ir haciendo nuestra carta de colores para tener diferentes opciones, que cubran cualquier necesidad. Un truco muy práctico es pintar cada lado de un color, así ahorramos espacio. Le damos las gracias al ratoncito de Sukaldea por haber posado como un profesional para nosotros.



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