Cuando ya estábamos todos sentados para comer, vimos como mi hermana mayor y madre del novio, mantenía una animada conversación y compartía juegos con su nieto. Y les hicimos una serie de fotos que no tienen desperdicio.
Así que mi hermana María me propuso hacer a medias un marco para regalarle. Escogió el marco Ribba, de Ikea, que tiene una profundidad perfecta para poder adornarlo en relieve. Ella se ocupó de forrarlo por fuera y hacer la lámina que enmarca todo, y yo me ocupé de las fotos y las flores que las adornan. Sed podría titular "¿Qué se estarán contando?"
El resultado nos gustó mucho, pero es que las fotografías son tan buenas que no necesitan mucho adorno. Ellas lo dicen todo por sí solas:
A mí me encantan, están llenas de ternura, y la cara del chiquillo es terriblemente expresiva. Es una gozada trabajar con material tan bueno.
Espero que os guste, aunque sólo sea una parte de lo que me gusta a mí.
Un abrazo para todos. Y gracias por vuestros cariñosos comentarios.