Siguiendo con los puntos básicos para cambiar el diseño de tu blog, toca hablar impepinablemente de la cabecera.
Hay varios tipos y diseños de cabecera entre los que puedes elegir, desde más sencillos a más rebuscados (véase mi cabecera en la que no entra ni un alfiler), pero antes de analizar los diferentes tipos de cabeceras, vamos a ver unas consideraciones generales que afectan a TODAS las cabeceras:
Medidas de la cabecera:
Me encantan las cabeceras grandes, si sigues mi blog desde hace mucho quizá lo sepas. Pero que el título de tu blog ocupe mucho espacio, trae un montón de inconvenientes, pero antes, volvamos al ejemplo del periódico:
El blog es más similar a un periódico de lo que nos puede parecer. Cuando tú ves un periódico lo más habitual es que lo veas doblado por la mitad ¿no? Pues lo primero que vemos al entrar a un blog, antes de empezar a bajar por la página, es muy parecido a este periódico. Si visualizas un periódico doblado, seguramente estés pensando en una estructura más o menos así:
El nombre del periódico arriba en el medio, en grande = se corresponde con la cabecera del blog.
La fecha = se relaciona con la fecha del último post.
El titular del artículo principal = sería el título del último post escrito.
Un trozo de la fotografía que ilustra la portada para animarnos a abrir el periódico aunque sea por curiosidad = se corresponde con la primera imagen del último post.
Una columna lateral con información extra = ya comentamos que se correspondía con la columna lateral del blog.
(perdón por la mala calidad de la imagen, la uso porque ilustra perfectamente lo que comento arriba)
¿Te habías parado a pensar alguna vez en lo parecido que es un blog a un periódico?
No digo que tu blog tenga que parecerse a un periódico, pero los más de cien años de historia de las publicaciones periódicas han hecho que perfeccionen su estilo y si tienen ese formato es por algo. ¿Se te ocurre porqué la cabecera no ocupa la mitad del periódico?
Es porque entonces el periódico doblado sólo nos enseñaría el nombre del diario y no nos animaría a desdoblarlo y seguir leyendo. En cambio, reduciendo el tamaño del título, nos llega mucha información en ese espacio que ganamos y así nos pica la curiosidad. Lo mismo pasa con el blog: una cabecera grande solo nos deja ver el título del blog, una más pequeña nos deja ver un montón de cosas en el espacio ganado:
El nombre del blog a través de la cabecera, lógicamente. Ésta es la única información que llegaría al lector si hacemos una cabecera grande. Ahora mira cuántas más cosas a parte de ésta captará el lector si puede ver algo más que la cabecera a primera vista:
Tus páginas estáticas: Suelen contener información acerca de ti y de tu blog. Si el lector te conoce un poco mejor, a lo mejor le interesa seguirte.
Tus iconos de redes sociales: Se dará cuenta de que tienes presencia en la red y puede que le entren ganas de seguirte en ellas.
Puede que vea las etiquetas o categorías de tu blog: Ahora ya sabe todo lo que puede encontrar en tu blog.
La fecha de la última entrada: esto le da información sobre con cuanta frecuencia escribes tus posts y de si tu blog está actualizado.
El título del último post: esto le da la pista sobre el tema de tu blog y qué tipo de cosas haces.
Quizá se vean las primeras líneas del post: Al lector puede entrarle la curiosidad por seguir leyendo, sobre todo si comienzas con una frase con gancho.
Quizá vea el fragmento de la primera foto del post: Esto seguro que le anima a seguir bajando el ratón y ver la foto entera y quizá el artículo le interese.
Vamos a ver el ejemplo en la práctica:
Stylescrapbook
Mira toda la info que nos da:
Nombre del blog, bien clarito.
Información acerca de ella y del blog en las pestañas debajo de la cabecera.
Apariciones en prensa.
Redes sociales.
Fecha.
Dos fotos a medias que animan a seguir leyendo.
Yo siempre hacía cabeceras muy grandes en mi blog que ocupaban toda la visión del lector hasta que me di cuenta de toda la información que le estaba negando.
En definitiva, si haces una súper cabecera sólo se quedarán con tu nombre. Si haces una cabecera más pequeña y organizas bien tu blog pueden saber casi todo de ti sólo en el primer vistazo. Tiene lógica ¿no?
Además las cabeceras grandes a veces echan para atrás a algunas personas ajenas a la blogsfera que han llegado a tu blog a través de Google, Pinterest o algún otro sitio a buscar información. No saben ni lo que es eso y a veces no se dan cuenta de que pueden seguir bajando (a mi novio le pasó con el antiguo diseño del blog).
Por eso es mejor pensar en la cabecera no como la portada de un libro sino como la portada de un periódico. Recuerda que cuando compras un libro la portada te puede llamar la atención pero siempre lees el argumento en la parte de atrás y a lo mejor hasta echas un vistazo al interior a ver si te interesa. Y con una cabecera-portada, no permites que nadie sepa realmente de qué va tu blog a primera vista.
Basta con que vuelvas a los otros posts de diseño y veas que TODOS los ejemplos que he puesto de blogs y plantillas tienen una cabecera de un tamaño moderado. Y eso que he seleccionado desde plantillas a la venta a blogs personales, desde los más populares del mundo a blogs daneses que no son de lo más conocido?
Espero haberte logrado convencer de las ventajas de una cabecera que no ocupe toda la primera visión de tu blog. Aunque ten en cuenta que siempre hay excepciones, esto es información general, guíate por tus gustos y valora las ventajas y desventajas.
Entonces ¿Cuánto tiene que medir mi cabecera para que sea como la de un periódico?
Lo que se suele recomendar es una cabecera de máximo 250 px de alto (ya sabes que el ancho de la cabecera puede ser tan ancho como tu blog, o menos si lo prefieres). Lo mejor es que sea más bajita que eso, entre 150 y 200 px pero yo quería una cabecera bastante historiada y que se viera bien, por eso elegí una de 250 px justos me parece que mide.
La verdad es que cada blog es diferente y tiene una circunstancia y si no puedes reducir tanto el título, yo lo dejaría en máximo unos 350 px de alto. Ya digo que para gustos los colores pero eso es más o menos lo recomendable.
Ahora ya tenemos las medidas áureas de la cabecera, y yo creo que es suficiente por hoy. En el próximo post, vamos a ver qué elementos debe incluir una cabecera, qué tipos de cabeceras hay y cómo hacer una cabecera de cada tipo (incluída toda la información de cómo hice mi cabecera, que a veces me lo habéis preguntado en los comentarios y creedme que no tiene ningún misterio).
Espero que os haya servido de ayuda y hasta la próxima!