Por si estás en las mismas, aquí tienes un tutorial para hacer un cazador de sueños con una rama, hilos y borlas:
Un atrapasueños es un aro de madera de sauce que tiene una red en su interior y está decorado generalmente con plumas, que se coloca sobre la cabecera de la cama.
Su función sería la de filtrar los sueños de las personas, dejando pasar las visiones positivas y reteniendo las pesadillas en la malla para que se quemen con la primera luz del amanecer.
MATERIALES:
Los materiales que he utilizado para fabricarlo son muy fáciles de obtener, basta con dar un paseo por el campo y rebuscar en la caja de los hilos:
- Una rama de un árbol: para hacer el aro de madera. En mi caso utilicé una rama de plágano o arce, pero sirve de cualquier especie.
Su medida dependerá de lo grande que quieras hacerlo, a mayor longitud mayor diámetro tendrá y viceversa.
Te aconsejo que la cortes directamente del árbol para que sea flexible y también que la escojas delgadita porque cuanto más gruesa, más difícil será de doblar y más pesará a la hora de colgarlo.
- Hilos de colores: para atar los extremos de la rama y formar el aro y también para tejer la red.
- Borlas de hilo: para adornar. Cambié las plumas por las borlas porque lo que más a mano tenía eran las de las gallinas de mi madre y sobra decir que no me parecían ni tan bonitas ni tan elegantes como las que lucen los atrapasueños originales, aparte de que así le doy mucho colorido. En este tutorial aprenderás a hacerlas tú mism@.
PASO A PASO PARA HACER EL ATRAPASUEÑOS:
# Paso 1: Dobla la rama lentamente y con cuidado hasta unir los extremos para formar el aro. Una vez que lo tengas, asegúralos con un trozo de hilo:
# Paso 2: Enrolla hilo alrededor del aro para que sea más fácil sujetar la red:
# Paso 3: Teje la red pasando el hilo por los bordes del aro. Puedes hacer todas las formas que se te ocurran: cuadrados, cruzándose en el centro o en varios puntos, etc. Lo importante es crear una trama contra la que se estrellen las pesadillas:
# Paso 4 y último: Decóralo con las borlas o con plumas. La tradición de los Ojibwa, el pueblo nativo norteamericano que los ideó, dice que por ellas se deslizan los sueños que no recordamos al despertarnos:
En cuanto lo acabé, la niña lo colgó encima de la cabecera de su cama. Estaba y está tan contenta con él que desde entonces no ha tenido ni un mal sueño, pero como ya te decía al principio del post, no somos una muestra fiable porque de momento ese no es uno de nuestros problemas.
Llámame crédula o supersticiosa, o recuérdame lo del efecto placebo, pero a mí me gusta creer en estas cosas.
Pienso que hay una oración que se recita antes de irse a dormir, la de los cuatro angelitos que guardan las cuatro esquinas de nuestra cama, y luego veo que un antiguo pueblo indio prefiere asegurarse un sueño libre de sobresaltos con una red metida en un círculo.
¿Cuál es más inocente o más válida, la idea de cuatro ángeles velando tu sueño para que nada te moleste o la de los malos sueños capturados en una red?
¡Pasa un feliz día y esta noche sueña con los angelitos!