Este es el capazo elegido, nosotras lo compramos en Holamama Shop aprovechando las rebajas, pero sirve cualquiera.
En primer lugar, lo pintamos con spray. El que utilizamos es de Pinty Plus, lo podéis encontrar en cualquier bazar. Es muy fácil de usar y no es tóxico, además es muy asequible, así que va genial para hacer una manualidad como esta.
Utilizamos dos colores, en tonos azul, uno más claro y otro más oscuro, para crear un efecto degradado.
Como queríamos que el degradado se viese de la mitad de la cesta para arriba, pues pintamos como veis en la imagen con el azul más clarito. Y una vez que este color estaba seco (con un rato es suficiente, nosotras lo dejamos unos 10 minutos), le dimos el segundo tono azul, más oscuro.
Aquí la veis recién pintada. Del segundo color le dimos un par de capas, para cubrir bien todos los huecos.
A medida que se fue secando, el degradado se fue viendo mejor.
Finalmente, queríamos colocarle algún adorno en la parte superior, y estuvimos pensando en diferentes opciones: borlas, pompones, madroños, etc. Pero finalmente nos decidimos por un aplique de ganchillo que hicimos nosotras mismas, y que os enseñamos en Instagram:
Está hecho en algodón, de hecho, es parte del algodón que nos sobró del bolsito que hicimos para la comunión :)
¡Y este es el resultado! ¡Nos ha faltado tiempo para estrenarlo! También lo visteis en Instagram, pero no queríamos dejar de explicar el proceso completo en el blog.
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¡Muchas gracias por leernos!