¡Hola y bienvenid@! En este post con el que abro mi semana voy a enseñarte cómo hice esta casa para los Playmobil con cuatro cajas de zapatos, papel de colores y papel reciclado:
¿Recuerdas que hace un par de meses te enseñaba cómo construir un barrio para los Playmobil reciclando el cartón de los packs de yogures (aquí)?
La niña se quedó encantada con sus casitas, pero tiempo después empezó a decir que tenía ganas de ver una de ellas por dentro.
Podría decirse que ahí se juntaron el hambre con las ganas de comer porque yo también llevaba mucho dándole vueltas a la idea de hacer una casa de muñecas con cajas de zapatos, y ese comentario fue la excusa para lanzarme.
Materiales que necesitarás
Cajas de zapatos y dos tapas: para hacer las habitaciones y la terraza, respectivamente. Las que ves son de calzado que se le había quedado pequeño a la niña y que no podía reutilizar con el nuevo porque lógicamente ya no cabía dentro. Utilicé cuatro porque era un experimento y no estaba segura del resultado, pero puedes añadir tantas cajas como estancias quieras que tenga la casa.
Papel de colores: de nuevo recurrí a Tiger y a sus cuadernos de papeles. Eché mano de los que me habían sobrado del collar de hawaiana (aquí y aquí) y del calendario de Adviento con tubos de cartón (aquí).
Papel reciclado: para hacer la decoración (cuadros, alfombras, televisión, etc.), empapelar el techo de las habitaciones y forrar la terraza y la trasera de las cajas.
Pegamento en barra, tijeras y colores.
Cómo hacer la casa
#Paso 1: Forra con el papel de colores el lateral de las cajas que hará de suelo y los tres que harán de pared. Puedes hacer todas la combinaciones que quieras, verás que yo busqué el contraste para darle un toque alegre.
#Paso 2: Forra con papel reciclado el lateral que hará de techo. Preferí el blanco porque meter un tercer color me parecía demasiado incluso para una casa de muñecas:
#Paso 3: Una vez forradas todas las cajas, pégalas unas a otras según la distribución que hayas pensado. Yo puse la cocina y el salón en la planta baja y las habitaciones en la superior:
#Paso 4 (opcional): Haz la terraza con dos tapas de las cajas. Yo las corté por la mitad y luego las uní para aprovechar los bordes, que hacen de muro:
#Paso 5: Forra la terraza y el lateral y la trasera de las cajas con papel reciclado.
#Paso 6 (y último): Dibuja en papel reciclado todos los elementos decorativos que quieras añadirle a la casa, y pégalos en el lugar correspondiente. Yo conté con la inestimable ayuda de la niña, que para eso son sus Playmobil:
Con todo esto ya tienes la casa lista, pero si quieres darle más realismo, puedes recurrir al mobiliario en miniatura que tengas a tu alcance.
Nosotras utilizamos muchas cosas de los Playmobil, pero también les pedimos prestadas otras a las Barriguitas, a las PinyPon y a las Nancy:
Es sábado y a la familia la visitan unos amigos con sus tres hijos y su mascota, el perro Basquet:
En la cocina los papás hacen la comida. Para simular las baldosas utilicé un papel con rombos blancos y negros y le di vida a las paredes con un papel amarillo:
El anfitrión parece que quiere someter una de las pizzas a un control de calidad:
Para fabricar la estantería utilicé dos cajas de cerillas, concretamente el cajoncito interior. Los pegué por el lateral y les añadí sendos trozos de cartón blanco para ampliarles la base y que cupiesen los cacharros:
El reloj me tiene enamorada y es obra de la niña:
La mascota de los anfitriones es una gatita que se llama Negrita:
El salón hoy no lo utilizarán porque van a comer en la terraza, aprovechando el buen tiempo:
La habitación de los niños es muy alegre. Duermen los tres juntos, los mayores en una litera y el bebé en su cuna:
En la habitación de los papás está prohibido jugar porque mamá tiene su colección de perfumes en el tocador:
Pero lo mejor de la casa sin duda es su terraza. Cuando llega el buen tiempo comen y cenan allí, y hay una cómoda mecedora para leer el periódico y dormir la siesta. También hay muchas plantas porque mamá es muy aficionada a la jardinería:
Te puedo asegurar que lo pasé genial haciéndola y ayudando luego a la niña a decorarla aprovechando el millón de cosas que tiene por ahí. Creo que empiezo a comprender a los adultos que tienen una casa de muñecas porque es muy entretenido amueblarla, y eso que nosotras no hicimos los muebles, si no me temo que no dejaría a la niña ni acercarse a mi juguete.
Lo tragicómico del asunto es que ella tiene la casa de los Playmobil auténtica, pero ahora no le hace ni caso porque dice que esta es más bonita y que puede hacer más cosas con ella. Yo de verdad que no entiendo nada, pero me temo que todavía no hemos cerrado el capítulo de las casas porque me pareció oírle comentar que los Sylvanian están tomando nota porque les gusta mucho también.
Tiene razón el esposo cuando dice que muchas veces soy yo peor que ella.
¡Feliz día!