Este método se hizo popular en los siglos XVIII y XIX en Inglaterra y por las características que veremos a continuación, pasó a ser uno de los más populares en los quilts de los pioneros que colonizaron Norteamérica (popularidad que se ha mantenido hasta nuestros días), aunque no se descarta la posibilidad de que se realizará desde mucho más antiguo, existe una pieza italiana, datada en el siglo XV, que parece ser que está elaborado con esta técnica y se han encontrado restos en tumbas egipcias que recuerdan al motivo que forma el Log Cabin (bloque que veremos en este BOM) en cuanto a la disposición de las telas.
En su origen se utilizaban tejidos de escaso valor, como la muselina, como base para su realización, pero con el tiempo la técnica ha ido evolucionando y actualmente son diversos los soportes que se utilizan (entretelas no tejidas, papel, guata…). La utilización de soportes ha permitido al Foundation Piecing adquirir su gran popularidad, ya que es un método muy preciso que permite realizar trabajos impensables en cualquier otro método.
Existen dos métodos asociados a esta técnica, uno es el de la unión/planchado (también conocida como coser y girar), que es el que veremos en el BOM de este mes, y el otro es el método inglés sobre papel (al que ya le dedicamos una entrada tiempo atrás), realizado sobre patrones únicos, aunque generalmente nos referimos como Foundation Piecing al método de unión/planchado, manteniéndose la denominación de método inglés para los patchworks de pieza única.
Fuente: Pinterest
Sus principales características, como ya hemos mencionado, son la precisión y la estabilidad. Siempre buscamos la perfección en la unión de piezas y este método permite hacer puntas afiladas sin problema, trabajadas en ángulos muy agudos; bordes estables sin estar pendientes del recto hilo; o poder utilizar tejidos de diferentes gruesos sin que resbalen o se deformen. Todos los bloques tendrán la misma medida y las puntas en el mismo lugar, aunque el quilt esté montado por más de una persona. Otra de sus ventajas es que no es preciso realizar patrones.
Fuente: Pinterest
Entre los pocos inconvenientes que presenta este método está la necesidad de preparar el soporte previamente, lo que supone un paso suplementario que queda compensado por no tener que cortar cada pieza según un patrón y por los resultados que se obtienen.
Dadas sus características, el montaje sobre soporte es adecuado para ser cosido tanto a mano como a máquina. La realización de un gran proyecto con bloques repetidos en este sistema puede hacerse con facilidad y rapidez cosiendo las diferentes piezas a máquina, utilizando un sistema de costura encadenada, en la que se van cosiendo todas las piezas de los diferentes bloques al mismo tiempo.
Los materiales
Los soportes utilizados en esta técnica pueden ser permanentes o temporales. Los soportes permanentes, como el tejido, la guata o las entretelas, no pueden retirarse y permanecen para siempre unidos al patchwork. Son adecuados cuando se quiere dar más cuerpo a un tejido o pueden servir de forro o de estabilizador, lo que implica que el patchwork realizado con esta técnica no siempre tiene que ir acolchado.
Imagen: Pinterest
Los soportes temporales se retiran después de la costura. Son de papel y existen muchos tipos de papel sobre los que puede llevarse a cabo la costura, como veremos en su momento. La ventaja de este tipo de soportes es que al poderse retirar una vez terminado el bloque, no se aporta un grueso suplementario al quilt y se facilita el acolchado.
En nuestro particular recorrido por las diferentes técnicas de Patchwork, empezaremos trabajando con un soporte permanente de cottonet o muselina (un tejido de algodón bastante fino y económico que se encuentra con facilidad en las tiendas dedicadas al Patchwork) y en entradas posteriores iremos viendo otros tipos de soporte.
Fuente: Pinterest
El resto de materiales que utilizaremos en la construcción de bloques con esta técnica son los habituales: tejidos de diferentes colores para formar los dibujos, hilos de coser, agujas, tijeras… es decir, los elementos normales de un costurero básico.
Marcado del soporte
El marcado del patrón sobre la tela debe ser visible por las dos caras del mismo ya que por una colocaremos los pedazos de tela y por el otro lado los iremos cosiendo, por lo tanto, a ser posible utilizaremos un marcador de tinta que traspasará sin problemas el cottonet.
Una buena opción son los rotuladores de extinción al agua ya que son muy fáciles de eliminar y no dejan restos, desaparecen totalmente cuando se mojan y si cometemos un error se puede rectificar utilizando un bastoncillo de algodón humedecido, la única precaución en ese caso será dejar que se seque totalmente antes de volver a dibujarlo. Tampoco deberemos planchar el bloque antes de eliminar el trazado porque el calor puede fijar el rotulador y luego sería imposible quitarlo, aunque ese problema es relativo porque el trazo no se verá una vez cosido el bloque.
Otra opción son los rotuladores de extinción por calor, teniendo la precaución de no planchar el soporte hasta que hayamos completado el montaje del top ya que en este caso el dibujo desaparecería y no podríamos continuar trabajando en él.
Los rotuladores de extinción al aire son la tercera opción, aunque sólo son adecuados cuando se tiene la intención de coser inmediatamente el bloque ya que transcurrido un breve tiempo, las marcas desaparecen por sí solas.
Tipos de marcadores para tela
Los lápices de marcado no son adecuados cuando se trabaja sobre tela, dado que es preciso que las marcas se vean por los dos lados para poder coser con precisión como ya hemos comentado. Si tenemos que recurrir al lápiz será preciso que repitamos las líneas de costura por el lado no dibujado de la tela, para ello puede utilizarse una caja de luz (que consiste en una caja de material rígido provista de una bombilla en su interior y cubierta con un vidrio sobre el que se coloca el modelo y la tela y de la que ya hablamos tiempo atrás en la entrada sobre traspasar los dibujos para bordar. La caja de luz puede ser sustituida por el cristal de una ventana, pero en este caso es imprescindible que el modelo y la tela queden bien fijados porque al estar en vertical es fácil que se muevan. Otra alternativa a la caja de luz es la utilización de una mesa de vidrio con una lámpara por debajo.
Los patrones de los bloques
La cantidad de bloques que se pueden realizar con esta técnica es inmensa y en el BOM iremos viendo diferentes tipos de ellos, sin embargo si hay un bloque que tradicionalmente se asocia con este tipo de montaje es sin duda el Log Cabin (Cabaña de troncos), tanto es así que es muy frecuente sustituir el nombre de la técnica por Log Cabin, cuando en realidad ese es sólo un tipo de patrones de los muchos que pueden realizarse.
Fuente: Flick
El Log Cabin será, por tanto, el bloque con el que empezaremos nuestro recorrido por el Foundation Piecing, aunque eso será en la próxima entrada del BOM, hoy te dejo un tablero de Pinterest en el que puedes ver alguna de las múltiples posibilidades de esta técnica.
Espero que todo lo explicado a lo largo de esta entrada te haya resultado interesante y, si lo consideras así, te ruego que la compartas a través de las redes sociales para que más personas puedan tener la oportunidad de leerla. Dentro de unos días te explicaré con todo el detalle el proceso para realizar un Log Cabin, si no quieres perdértelo, puedes suscribirte al blog (si no lo has hecho todavía ) y recibirás las actualizaciones en tu correo electrónico.
Muchas gracias por leerme,
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