Elige el color.
Para encontrar un color de rubor que vaya bien con tu tono de piel y que se vea natural, lo mejor es que te fijes en el tono que adoptan tus mejillas de forma natural, cuando haces mucho ejercicio o cuando pasas un buen rato bajo el sol, incluso cuando te sonrojas. De día puedes optar por un tono que casi no se note o prácticamente igual al tuyo, de noche puedes arriesgarte más con el color del rubor. A continuación te damos algunas ideas de cuál es el color que mejor te puede quedar:
Piel oscura.
El color de rubor más adecuado para este tono de piel son los tonos oscuros, como el rosa fuerte.
Piel clara.
Si tu piel es clara los tonos rosas pálido y duraznos son los ideales para ti.
Piel aceituna:
A este tono de piel los colores que mejor le van son los cobrizos y dorados.
Piel morena.
Un tono que te quedará muy bien son los tonos naranjas o tangerina.
Piel muy clara.
Los rosas en casi todas sus tonalidades son colores que te quedarán perfectos como rubor.
Piel amarilla.
Los bronceadores y naranjas son los colores que mejor te van.
La textura del rubor.
Piel grasa
Si tu piel es grasa, puedes optar por un rubor líquido que se absorbe mejor y no te restará el brillo que tu piel ya posee y que estamos buscando. Piel seca
Si tu piel es muy seca utiliza un rubor en crema, para que además hidrate tu piel. Larga duración
Si lo que buscas es larga duración, el rubor en gel o mousse es el ideal para ti. Para todas
El rubor en polvo creo que es el más popular, y es que va bien con todo tipo de pieles.
Cómo aplicarlo
Sonríe cuando apliques el rubor, la parte más prominente del pómulo es en donde debe ir el rubor.
Aplícalo poco a poco para que no te vayas a pasar con el color y al final se vea poco natural. Cuando lo apliques luego de recoger el rubor con la brocha (si es en polvo) da unos golpecitos para quitar los excesos.
La brocha que elijamos debe ser suave y grande para que el rubor quede bien difuminado.
La forma de tu cara: Si tu rostro es redondo, aplica el rubor en la parte externa de la mejilla, extendiendo hacia la sien y luego hacia la mandíbula.
Si tu rostro es ovalado, aplica con la brocha desde el pómulo hacia la mandíbula con un movimiento circular.
Si tu rostro es alargado, maquilla en forma horizontal para ensanchar un poco.
Si tu rostro es en forma de pera, deberás aplicar desde la base de la sien hasta la parte inferior del borde externo del ojo, bajando luego hacia la mandíbula, todo esto en forma triangular.
Rostro en forma de diamante, si este es tu caso, simplemente deberás hacer movimientos circulares en el pómulo para que quede en forma de circulo grande.