Hacer tantas excursiones por la montaña, hace que nos traigamos a casa tesoros de la naturaleza que nos da una doble satisfacción. Uno, el juego de encontrarlas y elegir la hoja, la piedra o la piña que más nos gusta, y dos, darle una segunda utilidad, es decir, hacer algo con ellas en casa.
Ésta ha sido la suerte de las hojas que nos trajimos del Montseny hace unos días.
Lo siento, la calidad de las fotos del paso a paso es nefasta, pero es lo que tiene la luz artificial/móvil y la pereza suprema de sacar la réflex a unas horas intempestivas. Pero el proceso es evidente.
Comentaros que los rotuladores son de la casa GIOTTO (que no me patrocina), en concreto unos especializados en pintar arcilla, cristal, piedras, etc. Son como permanentes, aunque ideales para los peques porque se quita bastante bien de las manos. Y es curioso, porque cuando los pintas parece que no lo haga y a medida que se seca la tinta sube el color, y son colores muy bonitos, fuera de la gama de los típicos rotuladores.
Y éste es el resultado, unas hojas preciosas, super coloridas que nos decoraran un rinconcito de casa, almenos hasta navidades, después ya veremos que hacemos con ellas!!!
Tenía dudas de cómo guardarlas/exponerlas, inicialmente tenía la idea de colocarlas en unos cuadros de Ikea tipo caja, pero justo terminaba el bote éste grande de cristal y decidí meterlas allí dentro y poner el bote en una estantería. Que os parece???
Me encanta tener a la vista las manualidades que van haciendo las niñas, porque reconozco que lo guardaría todo. pero no puede ser, me quedo con aquellas piezas que me requeteencantan y a veces se reemplazan, aunque creo que éstas hojas aquí están la mar de bien!!!