Materiales
Pieles
Tenedor
Martillo
Agujas
Hilos para cuero
Tijeras
Los materiales necesarios para la realización de estas mochilas de cuero son los que se ven en la imagen superior. No se necesita una gran cantidad de herramienta y, como ya he comentado, las pieles pueden ser retales que o bien tengáis por ahí de otras labores mayores si ya habéis realizado trabajo con cuero o bien que compréis en tiendas especializadas. Los diseños que se pueden obtener de la combinación de las diferentes pieles pueden ser muy originales. Las dos mochilas que se hacen en la entrada os pueden dar algunas ideas de cómo utilizar la propia forma y bordes de la piel para dar un bonito efecto.
Corte de las piezas
Lo primero es cortar las piezas de cuero según se desee. En el caso de esta primera mochila, con un cuero a lunares, el cuerpo está formado por una única pieza que va desde la parte frontal hasta la trasera. La mochila se completa con una tapa que aprovecha uno de los bordes naturales de la piel. Podéis ver las medidas de las piezas en la imagen inferior. Las medidas de la pieza grande aparecen por fuera de la mochila y las de la tapa por dentro.
Un segundo ejemplo de mochila algo más elaborado se puede ver en la imagen inferior. Se emplean retales más pequeños para crear la parte delantera y una pieza única para la trasera. Algo a tener en cuenta en el trabajo con cuero es el grosor de las pieles que se utilizan. Dentro de lo posible es mejor utilizar una piel más resistente para la parte trasera y la parte baja de la mochila, pues le dará una mejor forma y aguantará más el uso posterior. La piel utilizada en la parte trasera (la de la derecha) en esta mochila azul, en efecto, es más resistente.
En la imagen podéis ver las medidas de las piezas utilizadas para esta mochila. La parte trasera es una única pieza mientras que la delantera está formada por tres piezas que se superponen. La pieza cuadrada de 22 x 23 cm tiene uno de los bordes que aprovecha el borde natural de la piel.
Estas dos mochilas os pueden dar una idea de las posibilidades para combinar las diferentes pieles. La más sencilla, porque tiene menos cosido, es la primera con una única pieza principal. Si sois principiantes aconsejo realizar una mochila sencilla de ese tipo para practicar y luego ya ir aumentando en complejidad. Mi tía, que como ya os comenté en Introducción al Cuero, es la experta en cuero de la familia y la que me ha enseñado, ha hecho mil y un diseños a lo largo de los años. Las posibilidades que tenéis combinando pieles son casi infinitas.
Cosido
El cuero se puede coser directamente con unas agujas bien afiladas, pero quizás resulta más cómodo realizar primero los agujeros y luego coser. Yo aprendí esta forma de mi tía y lo veo más sencillo, pero supongo que es todo cuestión de gustos o costumbres.
Las piezas de cuero que se quieren coser se colocan enfrentadas por el lado visto. Para que no se muevan, se puede emplear un poco de pegamento de contacto por el borde. Los agujeros se realizan con un tenedor, como podéis ver en la imagen. Con un martillo, y utilizando una tabla de corte o similar como base, se va clavando el tenedor a lo largo de las piezas dejando un cierto margen. El tenedor que aquí se ha utilizado tiene seis dientes. Un mayor número de dientes permite realizar los agujeros más rápidamente en bordes rectos. Sin embargo, en zonas más complicadas, con curvas, un tenedor con menor número de dientes (dos o cuatro por ejemplo) puede resultar más adecuado.
Una vez estén realizados los agujeros con el tenedor, ya puede realizarse el cosido del cuero empleando dos agujas con punta roma. Un trozo de hilo encerado especial para cuero se enhebra por ambos extremos, una aguja en cada extremo. El cosido se realiza empleando las dos agujas simultáneamente, cosiendo por ambos lados.
En las imágenes se puede ver cómo la primera aguja se pasa al otro lado por uno de los agujeros, mientras que la segunda aguja se pasa por el mismo agujero al lado donde se encontraba la primera. Este proceso se repite a lo largo de toda la costura.
Podemos ver en la siguiente imagen cómo va quedando la costura y ambas agujas enhebradas en los extremos del hilo.
En la mochila azul, las costuras tienen que realizarse no solo a lo largo de los laterales como en la otra mochila, sino también a lo largo de las uniones entre las piezas en la parte delantera.
Montaje
En el caso de que se quiera colocar una tapa a la mochila, la unión de ambas piezas se realizará con la misma costura. En la siguiente imagen pueden verse ambas piezas con sus agujeros, listas para ser cosidas.
Una vez las piezas estén cosidas y para formar la parte inferior de la mochila, hay que realizar unos dobleces en las esquinas. El ancho de este pliegue puede variar en función de cómo queráis que sea el diseño. La esquina se cose por el interior formando el pliegue que podéis ver en la imagen. El ancho en este caso es de unos 6 cm.
Detalles
Lo único que falta para acabar las mochilas es colocar un forro de tela por el interior, unas asas y… ¡estarán listas! Os dejo las fotos de una de ellas a continuación para que podáis ver el resultado.
En una entrada posterior subiré fotos de otras mochilas terminadas. Así os podréis hacer una idea de la gran variedad de diseños que pueden crearse. Espero que os haya gustado y que estéis atentos a próximas entradas