Cadenas
Las cadenas es el elemento más básico del ganchillo y por tanto deberéis conocerlas bien antes de continuar aprendiendo puntos. El punto de partida es el comienzo de labor que vimos en la entrada anterior. Metemos la aguja con el gancho por debajo del hilo como puede verse en la siguiente imagen.
Agarramos el hilo que va hacia la madeja con el gancho de la aguja y lo arrastramos hacia la lazada que tenemos.
Pasamos el hilo por la lazada y ya tendremos nuestra primera cadena. Es una lazada igual a la que teníamos al comenzar. No tiramos mucho de la aguja para no agrandar más el agujero.
Seguimos haciendo más cadenas del mismo modo. El truco está en conseguir que queden lo más homogéneas posibles. Al principio resulta complicado mantener la tensión del hilo adecuada sujetándolo con el dedo meñique, como también expliqué ya en la primera entrada. Pero con práctica ya veréis como se consigue.
Punto raso
Una vez aprendida a hacer la cadena, podemos pasar al punto más sencillo de todos: el punto raso o punto enano. Este punto suele emplearse para cerrar la labor al finalizarla ya se trata del punto de menor tamaño de todos. Pero también puede emplearse combinado con otros. Un ejemplo de ello está en el Monedero que realicé en una de mis entradas, en el que combiné puntos rasos y bajos para crear el relieve. Para comenzar con cualquier punto lo primero es una serie de cadenas sobre la que trabajar. Cada cadena alojará un punto.
Cogemos el ganchillo e introducimos la punta por la cadena inmediatamente siguiente a la aguja.
Agarramos el hilo por detrás con el gancho y lo pasamos por el espacio por el que habíamos pasado el gancho. Como podemos observar, tenemos ahora dos lazadas en la aguja.
Inmediatamente después volvemos a pasar la lazada más cercana a la punta por la anterior. Y ya tenemos un punto raso hecho. Espero que os haya gustado la entrada y que haya sido más o menos clara. Continuad aprendiendo ganchillo