Ante esta situación, tal vez como una forma de manejar la angustia, tal vez también porque a mi casa le hacía falta un repaso que llevaba tiempo pensando en hacer y no encontraba ni el momento ni las ganas, pues me he puesto a redecorar espacios y de paso hacer limpieza.
Y he empezado por el escritorio. Repintar estanterias, tablero de la mesa y algunas cajas. Como esta de cajoncitos que algún día hace mucho compré en Ikea, de esas muchas cosas que uno termina comprando allí y no sabe muy bien ni porqué ni para que.
Como ya sabéis, excepto establecimientos de primera necesidad, está todo cerrado y a penas si sirven a domicilio. Así que, aprovechando pintura que tenía por casa en tonos grises pensé en darle un aire semi-industrial a este espacio de estudio.
Una parte de la mesa está pintada con pintura de pizarra, se puede escribir en ella y resulta práctica, se ahorra bastante papel.
Entre los arreglos tuve que pensar que hacía con montones de CD de música que tenía de hace muchos años. Mientras me debato entre tirarlos o no, los he guardado en esta caja. La silueta y la plantilla de estarcido son de Dayka. El óvalo sobre el que se soporta la figura esta realizado con un troquel de Sixzzi en cartón pintado en el mismo tono que la caja y decorado con una plantillas de lunarcitos.
Y en una de estas, le tocó el turno a las fotografías. Ahora casi nunca imprimimos en papel. Pero hubo una época en que había que revelar los carretes de fotos, y no podíamos elegir cual queríamos… parece como si hubiese pasado tanto tiempo…
El diseño de las plantillas de estencil es de Quedomonísimo. El estarcido está realizado con pasta relieve.
Todavía quedan semanas de confinamiento, días difíciles, de incertidumbre, de no saber cómo serán los próximos meses. De momento solo sé que continuaré redecorando mi espacio, porque necesito sentir que la vida sigue ahí.
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