Pero, en este campo se requiere por encima de todo paciencia. Los trabajos manuales y las prisas son incompatibles. Ya sé que respetar los tiempos no se lleva hoy en día, por eso las manualidades y la artesanía con mayúsculas no están de moda. Gran parte del éxito de una manualidad está en esto. El tiempo de secado de una cola, de una pintura… y sobre todo, el tiempo para gestar la idea. Un soporte, elegir un papel, colocar un detalle aquí o allá, recolocarlo al día siguiente…
Olvidarse de buscar la perfección. No existe. Se que es una desilusión, pero es así. En manualidades, como en la vida, si queremos disfrutar y no acabar derrotados, es recomendable posicionarnos en “hasta dónde es posible y la realidad nos permite”. Esto significa que muchas veces de lo que tenemos en la cabeza, de lo que desearíamos hacer, de cómo imaginamos que va a ser el resultado, a lo que luego conseguiremos, habrá una distancia, la que se recorre desde el Ideal a lo que luego será.
Las personas difíciles de satisfacer no deberían dedicarse a estos menesteres, porque sufrirán mucho. Nada de lo que hagan les llenará y todo terminará en la papelera. Mejor que solucionen este problema y luego se dediquen a las manualidades.
Para los obsesivo,s tampoco es una buena actividad. Nunca terminaran una manualidad, se pasarán horas y horas, dias y dias, meses y meses añadiendo detalles.
Bueno, lo que quiero transmitiros es que hacer manualidades no depende solo de los materiales, de hacer copias exactas de decoraciones de objetos y de aprender a la perfección las técnicas. Las manualidades son un arte, con minúsculas, pero no deja de ser un arte, por lo tanto son una mezcla de muchos factores.