Quienes seguís Un taller en la torre en Facebook sabréis que hace ya unas semanas que la terminé, pero su propia naturaleza "para regalar" me impedía presentarla en sociedad hasta que ocurriera eso, que se la regalara a mi hermana mediana. Ella hacía muuuucho tiempo que quería una, pero no terminaba de decidirse, y un día no sé por qué pensé: ah, pues se la hago yo....
No recuerdo cuánto tiempo llevo con ella, yo creo que cerca de un año. La primera vez que hablé de mi manta para regalar en el blog fue en junio de 2013, pero creo que ya llevaba un tiempito con ella. Ha salido también alguna foto suya cuando hablé de las manos de mi madre y de mi hija, en Las huellas del paso del tiempo, y cuando os presenté el carro que compré en Ikea para guardar las lanas. También ha salido en las fotos de los triángulos que tejí para Yarndale.... en fin, que ya éramos viejas conocidas, pero como todo llega, ha llegado el momento de terminarla y llevarla hasta su lugar definitivo, aquel para el que fue creada (uf, si me escucha mi marido el filósofo, no se cree lo bien que hablo).....
De momento aquí os la muestro ya en manos de su dueña, mi hermana, se la regalé por su cumpleaños. También le regalaron el pañuelo que lleva al cuello, por eso lleva la etiqueta colgando... Ella es reservada y me pidió no salir en la foto, de ahí la foto sin cabeza, pero da igual, lo importante es que veáis la manta en sus manos.
El patrón lo tomé de algunos blogs que sigo en internet. Las medidas son 2 metros por 130 centímetros. La cama de mi hermana es grande, y ya que la manta es especial para ella, tiene las medidas que necesitaba.
He utilizado lana Katia, modelo Fama, en tono marrón claro o beige oscuro, y en total creo que he utilizado 14 ovillos. Compré uno más pero al final no lo he necesitado, no importa, ya le daré algún otro uso. Y en total hay unos 336 hexágonos repartidos en 24 tiras de 13 y 14 hexágonos.
Pensé hacerle también los medios hexágonos en los bordes, e hice unos cuantos pero no me gustaba cómo quedaban, así que los quité, y rematé la manta con un borde que constaba de una pasada de puntos altos y otra haciendo conchitas en grupos de cinco puntos.
Así es como queda sobre mi cama ¿os gusta? A mí me encanta. Tengo que reconocer que mientras la hacía estaba un poco saturada con los hexágonos, pero cuando la terminé, rematé y corté todos los finales, su aspecto cambió y me pareció preciosa.
En fin, le he pedido a mi hermana que me envíe alguna foto cuando mi mantita esté en su lugar, ya os las mostraré. A mí sólo me queda decir que es emocionante verla terminada y completa, es la primera vez que hago algo tan grande, y casi no me puedo creer que la haya hecho yo de principio a fin, punto a punto uno tras otro. Espero que mi hermana la disfrute y que ella esté contenta en su nueva casa, seguro que sí.