… ¡los 10 mandamientos de la tejedora!
Aquí van…
Escoje la labor en función de tu nivel. No puedes pretender hacer unas manoplas con estampado jacquard el primer día que cojes la agujas. Empieza con cosas fáciles: bufandas, cuellos, mantas, gorros… y en seguida verás qué rápido vas cogiendo soltura y te puedes enfrentar a labores de más envergadura.
Estudia bien el patrón y/o las instrucciones. Cuando empieces a tejer, tienes que tener claro en tu cabeza hacia donde vas, no puedes tejer al tuntún… Así que, lee con atención el patrón y asegurate de comprender todo bien.
Haz una muestra de tejido. Monta 10 puntos y haz 10 vueltas, así luego podrás hacer una regla de tres, y saber cuantos puntos debes montar. Por ejemplo, si la bufanda que vas a hacer tiene que medir 25 cm. de ancho, y tu muestra de 10 puntos, mide 9 cm., sabrás que tienes que montar +/- 28 puntos (25×10/9). Además, haciendo la muestra, verás si has elegido el número correcto de agujas: si el tejido queda muy prieto, tendrás que escoger un número mayor; y si queda muy flojo, un número menor.
Nunca dejes una vuelta a medio hacer. Acaba siempre la vuelta antes de dejar de tejer, si no el tejido se deforma y se da de sí en esa parte, puede que te olvides de cómo tenías que acabar la vuelta y corres el riesgo de que se te escape algún punto.
Lávate las manos antes de empezar a tejer. Puede parecerte que las tienes muy limpias, pero el tejido se “soba” simplemente con la transpiración y la grasa cutánea.
Cuida tu postura. Elije una postura en la que estés cómoda, con la espalda recta, los hombros y el cuello relajados, y estírate y descansa unos minutos si te notas un poco entumecida.
Compra suficiente lana. En los patrones suele indicarte la lana que vas a necesitar para la labor (en metros o en gramos). Guíate por ahí y compra de una vez toda la lana que vayas a necesitar. Si estás acabando la labor y te quedas sin lana, puede que la que compres tenga diferente tintada.
Ayúdate con marcas e indicadores. Utiliza marcadores y ganchitos para saber siempre en que punto de tu labor estás. En los patrones impresos, vete tachando con un rotulador cada vuelta hecha.
Se cuidadosa en los remates. Remata los hilos sobrantes con detalle: que no asomen por el derecho de la labor, pero que también el revés (la parte de dentro o de atrás) te quede lo más pulcra posible… Sólo tienes que “esconder” los hilos sobrantes entretejiendolos con la labor con una aguja lanera o un ganchillo.
Y, sobre todo: ¡¡¡¡disfruta!!! A veces las labores no salen como esperabamos o tenemos que desatarlas porque nos hemos equivocado… ¡no te preocupes y disfruta del proceso! De los errores se aprende. Recuerda que tejer es un placer que tiene que relajarnos, entretenernos, estimularnos y ¡hacernos la vida más feliz!
¡¡¡Feliz labor!!!
Archivado en: craft DIY, punto Tagged: consejos para tejedoras, craft DIY, punto a dos agujas, tricot