Esta semana pasada mi madre se ha ido a ese otro mundo que no sabemos dónde está ni como es.
Algunas sabíais que llevaba tiempo en una residencia, que su cabeza estaba muy perdida, flotando por ahí porque algo recordaba y aún a sus hijos nos reconocía, a veces.
Siempre es difícil un pérdida y más la de una madre, pero alguien, unos ángeles buenos lo han hecho más fácil.(Hablo de Ángeles porque mi madre era más de ángeles que de hadas)
Estuvo 4 años en la residencia Zubitxu en Txintxetru Alava una residencia especializada en geriatría, llevar a tu madre a una residencia es duro, entran muchos sentimientos en juego, siempre la vimos allí feliz, bien atendida y veíamos que era lo mejor, pero a mí me quedaba siempre un sentimiento, si solo nos conocía a nosotros porque la dejábamos con extraños?
Hemos pasado los tres últimos días con ella día y noche y por allí andaban esos ángeles que los cuidan y los lavan , les dan de comer, les piden una sonrisa y las besan , las besan y las quieren y te abrazan a ti con lagrimas en los ojos porque se van.
Un día estando de visita con mi hermano me dijo mira esta foto, te das cuenta que el perímetro de la residencia es un corazón? Y es verdad es una corazón, el corazón que ponen cada uno de los que allí trabajan, el de Mari Mar que tiene montado este pedazo de cielo para que dejemos a nuestros seres queridos allí, tranquilos y con confianza que no solo están bien atendidos, están queridos.
En estos tres días, sus muestras de cariño hacia mi madre, y hacia nosotros nos han hecho ver que mi madre los cuatro últimos años no estuvo con extraños
Gracias a todas estas personas que trabajan en sitios donde los pacientes ya no se sabe muy bien que se espera, donde te planteas esas preguntas importantes, de para qué seguir así, son sitios duros de trabajo físico y psíquico pero cuando alguien hace su trabajo con amor parece que todo cobra sentido.
Ángeles de la residencia Zubitxu, Gracias, os estaré agradecida eternamente.
Febrero, nevada monumental y sin flores, llegaron flores de muchos sitios, hasta de mis amigas bolilleras de Camargo.
Por ti Mama.