A mis tantos cuadernos de notas se ha sumado uno donde estoy anotando todas las frases que me gustan, ya sea que provengan de canciones, películas, libros, conversaciones conmigo misma o con cualquier persona. Ya saben, las típicas frases inspiradoras o evocadoras que tan bien está tener a mano.
Mi propósito es que las frases tengan el tratamiento que se merecen, que no sean sosas anotaciones en tinta negra, quiero una explosión de colores al abrirla y que cada una sea única, y para ello me he hecho un estuche que no ocupa mucho espacio y que me servirá para traer bolís de colores, crayones, y algunas calcomanías... todo lo necesario en cualquier momento.
Pero no soy a única con propuesta para regreso a clases, ya sé que la mayoria necesitamos de cosas muy cuquis que nos inspiren a dejar el periodo vacacional de buena gana. Ysne se lució, en su blog Hecho a mano, nos presenta una libreta para notas de La sirenita y un lápiz también. Además de un zapato portalápices.
Yoli por su parte, se ha decantado por el fieltro y ha hecho un portalápices para el escritorio y un marcapáginas en forma de paleta helada, ideal para quienes gusten leer como yo, el tutorial en su blog Creando y fofucheando.
Como ves, las tres traemos opciones diferentes en diferentes materiales pero que se complementan para el regreso a clases o para darle más vida a nuestro escritorio.
Para esta manualidad necesitamos:
Tela. Yo usé una gruesa donde poder trabajar con la máquina de pirograbado.
Imprescindibles. Máquina de coser, un cierre de 25 centímetros, hilo, alfileres, tijeras.
Para decorar. Máquina de pirograbado, stencil, bolígrafo, pinturas textiles o acrílicas.
Manos a la obra:
Ahora puedo contarles con exactitud qué he hecho, pero este proyecto como todo en mi vida ha sido muy experimental.
Comencé con un rectángulo. En la parte inferior le puse un dibujo con el stencil y bolígrafo café.
Con la máquina de pirograbado (que por cierto también estoy aprendiendo a usar), remarqué las líneas hechas con el bolígrafo. Aquí hay que decir que no es necesario contar con un stencil, podemos hacer cualquier dibujo que nos inspire en el momento o calcarlo con papel pasante si su tela se los permite. En mi caso debido al color de la tela el grabado no se nota casi, sin embargo el color café de mi lapicero fue de mucha ayuda, pues el grabado lo atrapó haciendo que las líneas quedaran de ese color.
Luego pinté mi estuche, sólo tenía color amarillo en pintura textil, pero cuando terminé de usarla tenía ganas de más... nunca he sabido en qué punto detenerme si he de trabajar con colores o purpurina. El caso es que sólo tenía colores negro o blanco, así que me decidí por pintura acrilíca que apliqué con un pincel muy delgado sin disolver con agua y llevando muy poca pintura para que la tela fuese capaz de absorverla sin problema y en poco tiempo. Sobra decir que estos pasos son opcionales, puedes decorar como prefieras.
Como seguro ya se han dado cuenta por las fotos, me he equivocado en todo este proceso, puesto que el dibujo debía estar "de cabeza" a como yo lo he puesto. Pues vamos, que tampoco hay que complicarse, puesto que eso se soluciona cortando a la mitad en horizontal.
Ahora cocemos con la máquina el cierre en ambos extremos superiores de las dos mitades.
Luego juntamos las telas y cosemos por tres lados abriendo primero el cierre a la mitad, esto es importante, si no, no la podremos voltear.
Así está listo nuestro nuevo estuche para lápices. Que puedes llevar en el bolso o en la mochila, o quizá dar como regalo. ¿Te gusta la idea?
No te olvides de pasarte por el blog de mis amigas para que veas que diy te han preparado para la vuelta al cole. Por mi parte ha sido todo, te espero aquí la próxima semana.