El último disfraz que hice fue el de Hada Blanca. Pero, claro, puede ser de cualquier color. Yo elegí este porque iba a juego con el invierno, aunque para carnaval se puede hacer más colorido mezclando distintos tonos.
¿Cómo lo hice?
Con una falda fácil, de tela de raso blanca, a la que añadí tiras de tul que recogí haciendo una puntada muy suelta en la máquina y tirando/jalando del hilo. Para decorar le cosí unas rosas plateadas y pegué unos brillantitos, ambas cosas compradas en una tienda de manualidades.
Si quieres hacer tu versión y no tienes ganas de coser, puedes hacer la falda de tul fácil (con nudos), y decorar también.
Además, usé una camiseta blanca de mangas largas a la que añadí tul en las muñecas.
Y unos zapatos que reutilicé y adapté de la presentación de fin de curso de mi hija del verano pasado. Son lo que llaman "bambas" blancas, y les cosí un poco de cinta gris, con las flores plateadas y los mismos brillantes que usé en la falda.
Además de una varita mágica especial (de invierno), hecha de un palito de comida china pintado de plateado, con un "pompón" de tul blanco en la punta.
Todo esto completado con unas alas que compré en Ikea, unas medias/pantys blancas, y ¡una niña de lo más feliz!
¡Un hada lista para hacer magia!