La versión de hoy tiene un elemento nuevo, pero primero voy a explicar por qué lo hice así.
Este año la fiesta de Halloween me pilla un poco mal de fechas. Vuelvo de viaje justo unos días antes y tengo un proyecto al que estoy dedicando la poca creatividad que me queda. Así es que, cuando llegó el momento de pensar en el disfraz de Halloween, no se me ocurrió gran cosa. Necesitaba algo fácil y rápido de hacer. Pero que le gustase a mi hija. Y volvemos al tema recurrente: bruja, mi hija se va a disfrazar de bruja. ¿Qué tiene de diferente esta vez? Que será una niña bruja. Con un toque modernito e infantil.
El elemento principal es la famosa falda de tul, que voy a explicar aquí. Además, irá con una camiseta negra (tan socorrida en estas fechas), y unas medias negras con brillitos (tipo purpurina) de colores. Peinada con dos coletas, adornadas con tul. En realidad la idea es que se vista de alguna forma divertida que no llevaría cualquier día para ir al cole o salir a la calle.
En cuanto sea la fiesta y tenga una foto del conjunto terminado la pondré por aquí.
La variación que hice de la falda fue, no utilizar sólo tul, si no también tela de disfraz negra. Sí, de esa que brilla, y no es elástica pero que tampoco es rígida del todo. Que además, cortada en tiras delgadas, tiende a formar un pequeño rollo.
Junté una tira de tul con una tira de la tela de disfraz (negra), e hice los nudos alrededor de la goma elástica previamente cosida (como expliqué en el post original).
Y tengo dos trucos que hicieron que esta falda me resultara más fácil aún de hacer. El primero lo vi en una foto que me mandó una amiga hace unos meses: poner el elástico alrededor de un almohadón, para así no tener que estar sujetándolo a la hora de hacer los nudos.
El segundo truco, es traer a tu cuñada para que te de una mano y haga la falda contigo. Jajaja.
¡Falda terminada!
¿Qué te parece? ¿Te gusta esta nueva versión?