El sábado pasado recuperamos una vieja estantería toda oxidada y en el taller no teníamos pintura de disolvente, al final encontramos un bote de azul marino que no quedaba mucho, seguro que no hubiese llegado para terminar de pintar la estantería, así que se nos ocurrió ir degradando el color con blanco, que de casualidad teníamos un bote pequeño por equivocación. El azul se convirtió en 5 azules diferentes, aumentando la cantidad de pintura de color considerablemente y como la estantería era para nosotros “no importaba tanto el resultado”.
Los esmaltes sintéticos se fabrican a partir de diferentes resinas de base disolvente, por lo que ofrecen mayor durabilidad que las pinturas plásticas (de base al agua), son mucho más resistentes a la humedad y a los golpes, pero tienen sus inconvenientes necesitan mayor tiempo de secado, son menos respetuosos al medio ambiente y a la hora de trabajar con el esmalte sintético es mucho mas sucio. Debido a estos inconvenientes nosotros nunca trabajamos con esmalte sintético a no ser para metales y sobre todo si van a ser expuestos al exterior.
En la galería de fotos que he puesto, podéis ver el resultado, la pintura azul marino es la base y luego con 4 botes vacíos reciclados, hemos sacado 4 azules diferentes añadiendo cada vez mas blanco al color azul marino.
Una vez terminada la estantería todavía nos ha sobrado pintura y para no tener tantos restos la hemos aprovechado pintando un armario de resina que aunque estaba bastante bien conservado siempre se notaban signos de su uso en el taller.
Debe evitarse hablar a los jóvenes del éxito como si se tratase del principal objetivo en la vida. La razón más importante para trabajar en la escuela y en la vida es el placer de trabajar, el placer de su resultado y el conocimiento del valor del resultado para la comunidad
Albert Einstein