Además de ser una buena forma de contribuir con el medio ambiente, evitando la tala de árboles, ahorrando agua y eliminando residuos, el papel reciclado casero resulta ideal para hacer sobres, envolver regalos o como base de un collage de flores secas. Hacerlo en casa resultará sencillo y divertido.
Material
- Agua: la cantidad dependerá del resultado que busquemos (láminas más finas o más resistentes).
- Papel: vale cualquier tipo, pero si usamos diferentes variedades y texturas el efecto será mucho más bonito. Podemos utilizar revistas antiguas, periódicos, papel de escritura o incluso cartón.
- Batidora: se utiliza para triturar y mezclar el papel con el agua y conseguir la masa final. La licuadora que usamos para cocinar resulta suficiente.
- Recipiente: un barreño de plástico, por ejemplo.
- Bastidor: un marco de madera con una malla que podemos comprar o hacer nosotros mismos. El tamaño determinará el de la hoja de papel y tiene que caber dentro del recipiente.
- Prensa: para conseguir una hoja plana durante el secado debemos mantenerla con presión. Bastará con unos libros pesados y unas láminas de plástico (o bolsas) para evitar que la humedad de la masa moje los tomos.
- Tela de algodón: el trapo tiene que ser de mayor tamaño que el bastidor
Pasos a seguir
1. El primer paso es cortar el papel en trozos muy pequeños. Recuerda que, mezclando distintos tipos, conseguirás un producto más atractivo. Déjalos en remojo en el recipiente durante 1 ó 2 horas, hasta que el papel comience a tener consistencia de pasta. Si el agua está caliente, el tiempo de espera se reduce. Cambia el agua a medida que el papel va soltando la tinta para que el color final sea más uniforme.
2. Tritura la mezcla en la batidora hasta conseguir una masa homogénea de textura suave y cremosa. Resulta conveniente hacerlo por tandas para desmenuzar los trozos bien. Si quieres, tritura algodón con la pasta para lograr una consistencia mayor.
3. Una vez tengamos la pulpa (la masa conseguida en el paso anterior) la vertemos de nuevo en el recipiente. Si está muy espesa, el resultado será parecido al cartón, por lo que puedes añadir agua dependiendo del efecto que busques. Introduce el bastidor en esta pasta consiguiendo que se deposite en la malla la cantidad suficiente para cubrir toda la superficie. El grosor de la capa determinará el del papel final.
4. Con la malla cubierta de la pasta de papel, sácala del barreño y deja que escurra el agua sobrante. Cuando comienza a secarse por la pérdida del líquido, vuélcalo con mucho cuidado sobre una tela de algodón.
5. Para terminar, el papel tiene que secarse completamente. Utiliza los libros para hacer presión y conseguir así que la superficie sea más lisa. Para acelerar el proceso de secado, que suele durar 12 horas, tiende el paño con el papel dentro (cuando ya esté algo seco para evitar que pierda la forma) o plancha con sumo cuidado el papel, siempre usando la tela como protección.
6. Una vez que esté seco y prestando mucha atención, separamos el papel y el trapo para que las partes que puedan estar pegadas no se rompan. Ayúdate de una espátula si es necesario.
Papel más original
Siempre es posible añadir color al papel durante la fabricación para hacer más divertido el producto final. Pueden ser tintes vegetales, hechos en casa hirviendo plantas o con té, o tintes químicos como los que utilizamos para teñir tela. Cualquiera de los dos tipos se añade a la masa de papel disueltos en agua.
También conseguirás diferentes efectos añadiendo tela, lana, especies, flores... antes de pasar a secar el papel en el bastidor. Todo dependerá de nuestra creatividad y del uso final que queramos darle.