Quiero una casa con un jardín. No, mejor que un jardín, con un terrenito. No muy grande ni tampoco muy pequeño. El tamaño justo para poner unas tumbonas, una barbacoa y una mesa donde quepan todos mis amigos.
También debe haber al menos un par de árboles para dar sombra y un mini huerto. Jardín no, sólo mini huerto. Y un tendal muy largo, tanto como para poder secar al sol dos o tres coladas juntas.
Eso fue lo que pensé cuando Pinturas La Pajarita me retó a un nuevo desafío Handbox. Ví los colores de su gama de pinturas flúor paint y visualicé mi mesa enorme con sillas alrededor. Cada una de su padre y de su madre, pero todas pintadas con colores alegres y vibrantes.
Es un DIY muy fácil y rápido de hacer. En este tutorial te explico cómo pintar unas sillas metálicas con pintura flúor:
Estas dos son de las que teníamos en la cocina de la casa del #pueblitobueno. De esas de patas delgadas, varillas metálicas en el respaldo y asiento de fórmica (el de la banqueta, porque el de la silla estaba tan hecho polvo que mi padre tuvo que cambiarlo por otro que imita paja entrelazada):
A continuación te cuento cómo les di una nueva vida con unas manos de pintura:
MATERIALES QUE NECESITARÁS:
- Imprimación. Para que la pintura se agarre al metal. Yo utilicé la base para metales al agua de La Pajarita.
- Pintura. Los colores que escogí son el Yellow, Orange, Magenta y Green, de la gama Flúor Paint de La Pajarita.
- Pinceles. Para este trabajo con elementos largos y delgados son más prácticos los planos.
- Cepillo de púas de acero (opcional). Para el caso de que haya que quitar pintura u óxido.
- Cinta de carrocero (opcional). Por si hay que tapar alguna parte.
PINTAR SILLAS METÁLICAS CON PINTURA FLÚOR (6 PASOS):
# Paso 1: Repasa las zonas metálicas que lo necesiten con el cepillo de púas de acero. Es la parte más engorrosa, pero haciéndolo garantizas que el resultado quede profesional:
# Paso 2: Aplica la imprimación en las partes metálicas, para que la pintura se agarre y deja secar:
# Paso 3: Una vez seca la imprimación, protege con cinta de carrocero las partes que no quieras pintar.
# Paso 4: Pinta cada parte en su correspondiente color. Hazlo dando pasadas largas de un extremo a otro, para que no se noten los brochazos:
# Paso 5: Quita la cinta de carrocero antes de que se seque del todo la pintura, para que no salte cuando la arranques. Estate atento/a porque esta pintura seca muy rápido.
# Paso 6 (y último): Pinta en diferente color, cada uno de los cuartos del asiento de paja:
Y mucho antes de lo que te esperas, ya estás listo/a para estrenar sillas:
Un inconveniente que he encontrado a esta pintura es que es muy ligera, tanto que necesité tres manos para cubrir la imprimación.
En contrapartida, que sea tan rala es una ventaja a la hora de esparcirla, porque no se notan los brochazos.
También que los colores pierden intensidad a medida que vas añadiendo capas, especialmente el verde, que se oscureció, y el rosa, que se transformó en un cereza oscuro.
Salvando estos dos detalles, el resultado es espectacular. No parecen las mismas sillas que saqué del #pueblitobueno y si no fuese por los desconchones y que las patas ya no están equilibradas, podrían pasar por nuevas.
Mi experiencia en general con esta pintura ha sido buena. También creo que habría sido mejor probarla sin imprimación previa y en una superficie plana, porque además de resultar más sencillo no habría necesitado dar tantas manos y los colores habrían quedado claros, auténticamente flúor.
* Post patrocinado por Pinturas La Pajarita.