Les comento que es realmente sencillo y muy entretenido, también relajante, mi parte favorita fue colorear, pero la verdad es que al final me hubiera gustado haber usado más colores. Sin duda es una técnica que repetiré en otra ocasión. No olviden visitar el post original para tener más detalles.
Los materiales que necesitamos son:
Crayones, yo utilice de la marca Crayola, que me prestó mi hermana
1 lija, es una lija de madera, era gruesa y no demasiado porosa
1 trozo de manta (o cualquier otra tela)
Tijeras, hijo, aguja, cinta para medir y un lápiz
Relleno o algodón industrial
Máquina de coser y plancha
Lo primero que hice fue sobre la tela hacer la silueta de un árbol con el lápiz, pueden hacer cualquier dibujo que les parezca sencillo, una manzana, una flor, una mariposa, o imprimir uno de internet y calcarlo en la lija con papel pasante. En mi caso medio dibuje un árbol.
Lo siguiente fue colorear con los crayones el árbol, tiene que quedar bien firme el color. Yo recorte la silueta de la lija. También recorte un rectángulo en la tela, el mío fue un cojín pequeño de 25 x 26 cm.
Lo siguiente es colocar el árbol contra la tela y le pasamos la plancha por encima a una temperatura que sea óptima para la tela a la que se lo estén aplicando.
Este es el resultado del estampado.
Ahora lo que hice fue tomar mi tela, doblarla con el estampado hacia adentro y coserla alrededor con puntada recta dejando un centímetro de margen. Si no tienen máquina de coser pueden hacerlo a mano. Recuerden dejar un tramo sin coser para poder voltear la tela y rellenar.
Luego lo volteamos y rellenamos con el algodón industrial.
Por último con hilo y aguja cerramos el orificio que quedaba abierto.