Al fin me paso por aquí para contaros algunas cosillas, que ya casi no recuerdo cuándo fue la última vez que escribí un post.
La verdad es que últimamente he estado hiper liada: que si clases, trabajos, universidad, exposiciones, manualidades, etc etc. Y ahora que tengo un ratete, pues aquí ando :)
Actualmente me encuentro realizando prácticas en un cole, con niños de 3 añitos (me los como!!!). La verdad que al principio, al ser los más peques, pensé que me iba a costar un poco hacerme con ellos, pero son tan majetes, que ahora mismo, me los quitan y es como si me quitaran la parte más vital de mi cuerpo. Y digo yo...¿no podría ser toda la carrera de prácticas? Ahí es donde realmente se aprende, con el día a día, no con la gran cantidad de apuntes inservibles (porque todavía no les he encontrado un uso adecuado, aunque siempre tengo la opción de usarlos como lumbre de alguna hoguerilla), además que no son nada económicos: que si libros, fotocopias, impresiones, encuadernaciones, ¡bla bla bla!
En fin, tampoco os creáis que es todo de rositas estando de prácticas, porque también tengo que trabajar, en el sentido académico, ya que otra cosa no, pero trabajos y prácticas, tengo para dar y vender. Si queréis unos poquitos, avisadme! (:
Así que para evadirme un poco de tooooooooooooodas las cosillas que tenía (y tengo) que hacer, decidí poner las manos en la masa, literalmente.
He aquí el proceso de mi experimento...
1º Amasando con el rodillo la masa para que se quede lo más plana posible (luego veréis para qué)
2º Con los cortadores de acero inoxidable, cortamos la masa a nuestro gusto.
3º Más de lo mismo, pero con la masa de chocolate (:
4º Todas en la bandeja y...¡al horno!
5º Y aquí el resultado! Ya decoradas (con azúcar glas, con chocolate blanco y bolitas de colores)
6º Y por supuesto, la presentación, en la cual añadí unos cuantos dulces, además de las galletas caseras.
7º Y como eran para regalar, les puse el toque final y voilà! (:
Salieron una galletas para chuparse los dedos, o al menos, la gente disimulaba muy bien cuando se las comía, porque sus caras, cuando les comuniqué que eran caseras y que las había hecho yo, y que encima era la primera vez que las hacía, cambiaron, quedándose todos ojipláticos (:
Así que nada, visto lo visto, tendré que volver a las andadas galletísticas! Aunque ahora toca un poquito de trabajo duro :(
Un besete!!! Espero que os guste!!! (: