Cuando dejé mi trabajo para emprender, tenía clara una cosa: necesitaba un espacio exclusivo en casa, donde pudiera tener todas mis cosas (hasta entonces repartidas en diferentes estancias) y donde pudiera cerrar la puerta para desconectar o concentrarme al máximo cuando fuera necesario. Por aquel entonces mi trabajo era más de ordenador que otra cosa, de modo que una mesa, una librería y un mueble de almacenaje para algunos materiales, fue todo lo que necesitaba.
Me instalé en la habitación más pequeña de la casa y trabajé durante dos años. Era un cuarto inspirador, con todo lo que necesitaba y aislado del resto de la casa. Pero en poco tiempo ese espacio se me quedó pequeño y la búsqueda constante de soluciones de alamcenaje y organización me absorbía en cuanto cruzaba la puerta.
Aún así aguanté todo lo que pude hasta que empecé a trabajar en la tienda online. Mis necesidades de espacio habían cambiado radicalmente y aproveché para trasladarme a otra habitación. Más amplia y luminosa. ¡Lo tenía todo! o casi todo, porque al trasladar los muebles me di cuenta de que el espacio ya no era tan práctico e inspirador. Cada cambio de habitación supuso una reorganización de la casa, de cambiar muebles y adaptar espacios. Tuve que acoplar como pude mi mobiliario con los de la nueva habitación, incluir estanterías de mis hijos y encajarlo todo con algunos otros que ya había.
Sabía que mis necesidades habían cambiado, pero aún no tenía el suficiente rodaje con la tienda, como para saber con exactitud qué necesitaba guardar, cómo, o qué tipo de espacio sería más práctico. Debía apañarme con lo que tenía hasta tenerlo todo bien claro. Ya sabéis lo mucho que me gusta reciclar y reutilizar así que no tenía intención de comprar nada que no fuera absolutamente imprescindible.
Para resolver todas estas dudas empecé por analizar mi situación. Creé una libreta para ir anotando todas mis ideas y poder diseñar sobre papel el espacio antes de hacer más cambios. Creé una lista de actividades diarias, tipos de materiales que necesitaba almacenar, superficies que necesitaba para realizar mis trabajos, muebles disponibles y opciones de transformación... Dibujé un boceto de la estancia y cuando tuve todo claro, me puse manos a la obra.
Empecé por el armario. Pequeño para guardar ropa, pero suficientemente grande para almacenar las piezas terminadas de la tienda. Las puertas correderas no iban bien y una de ellas estaba rota. Así que las quité, pinté el interior y coloqué unas baldas.
La siguiente pared quedó sin muchos cambios, librería que ya tenía, el palet que hice hace meses para mi planificación trimestral, unas baldas que estuvieron ahí antes cuando la habitación era de mis hijos, y mi colección de plantas :)
A continuación, y aquí es donde me queda pendiente un cambio, tengo previsto colocar una mesa larga que vaya de lado a lado. Pero esta compra ha quedado aplazada ya que cuento con dos mesas que de momento me hacen la función. Una para las gestiones del día a día, con el ordenador y la agenda, y la otra para crear. Aquí he colocado unas baldas con la madera que me sobró del armario. Son geniales para para tener a mano cosas pequeñas pero que uso con frecuencia. También me hice un portahilos con otra madera y un montón de clavos.
Y por último, la pared que queda junto a la ventana. Coloqué dos estanterías que eran de mis peques, sobre el mueble de almacenaje que ya tenía. Solo tuve que comprar las cestas metálicas para almacenar lanas e hilos por categorías y colores.
Como veis, cada parte de la habitación tiene su función. Todo está pensado para cumplir con mis necesidades diarias y, por supuesto, decorado para inspirar. Gracias a estas dos cosas, trabajar aquí es un placer. Es fácil concentrarse, estar tranquila y relajada, encontrar la inspiración en los pequeños detalles. ¡También se desordena fácilmente! jajaaa Pero al tener un espacio bien definido para cada cosa, no tardo nada en recuperar el orden cada vez que termino de trabajar ;)
¿Qué os parece el resultado final? ¿vosotras también planificáis los cambios de esta forma o vais improvisando?
Fuente: este post proviene de Medias y tintas, donde puedes consultar el contenido original.
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