Pero éstas en especial son hechas para nosotras las crocheteras, a las que nos apasiona tejer, las que con un ovillo y un gancho podemos crear maravillas y nos convertimos en las personas más felices del universo, las que podríamos pasarnos horas y horas en una silla cómoda a fantasear con nuestros próximos proyectos.
Quien tiene ganas de un café???
Cada modelo es único e irrepetible como una obra hecha a crochet, porque las cosas que vienen hechas con nuestras propias manos nunca serán las mismas aún usando el mismo patrón...
Yo creo que tener algo que nos identifique, al mirarlo nos recuerda lo que podemos realizar y moldear con esas dos manos que Dios nos regaló.
Yo creo que tomarse un café en una de estas tacitas, nos hará venir las ganas de ir corriendo a cojer ganchillo e hilo, sentarse en la terraza, el balcón, el jardin, en una tarde de verano, primavera u otoño, Invierno no, porque aquí es muy frio y se congelarían mis manitas, preferiria estar en el calientito, acurrucada con una manta y tejiendo. Porque las ganas siempre están, sólo nos falta ese algo que nos empuje para hacerlo.