Es una de las tartas que más se ven por Internet, y tiene la gran ventaja de no necesitar horno.
Existen muchísimas recetas de esta tarta, todas prácticamente iguales en las distintas páginas que he visto. Lo importante es que tengáis en cuenta el tamaño del molde (yo he utilizado el molde de 26 cm y con esta receta sale una tarta de tamaño normal; es importante que lo tengáis en cuenta porque la mayor parte de las recetas que veréis por la red son para moldes de 15 cm, por lo que utilizan muy poca cantidad de los distintos productos).
Esta tarta realmente la ha hecho mi nena, porque era para el cumple de una amiga suya; yo únicamente me he encargado de hacer de pinche.TARTA DE OREOS, RECETA
Necesitamos:
- 3 rulos de 154 gramos de galletas oreos (quizás no tanto, pero con las que nos comemos mientras hacemos la tarta no hay que escatimar). Comprar el formato en rodillo o rulo, es mucho más barato que otros formatos (cajas con paquetes individuales, etc).
- 100 gramos de mantequilla sin sal
- 180 gramos de azúcar
- 350 gramos de queso crema (Philadelphia preferiblemente)
- 2 sobres de cuajada Royal
- 2 láminas de gelatina
- 600 cc de nata para montar
- 360 ml de leche entera
- Muy importante: utilizar molde desmontable para una mejor presentación, o bien emplatadores para tartas individuales.
BASESeparamos 200 gramos de galletas retirando el relleno para la base de la tarta. Para ello nos ayudamos de un cuchillo romo.
Separamos 100 gramos de galletas retirando el relleno para la cubierta de la tarta (es aproximado, depende del grosor que queráis para esta capa). Esto hay que hacerlo en este momento ya que el relleno lo aprovecharemos para la tarta.
Con la batidora o picadora trituramos las galletas oreo que vamos a utilizar para la base.
Mezclamos el polvillo resultante con la mantequilla a temperatura ambiente.
Extendemos bien esta mezcla sobre la base del molde. Para que esta capa quede homogénea es conveniente aplastarla bien con una espátula o similar.
Metemos esta base en la nevera para que se solidifique.
RELLENO
En primer lugar hidratamos dos hojas de gelatina.
Diluimos dos sobres de cuajada en 160 ml de leche templada (ha de quedar sin grumos).
Ponemos una cazo a fuego medio con los 600 cc de nata, 200 ml de leche entera, 350 gramos de queso Philadelphia y el relleno que hemos quitado a las galletas.
Calentamos poco a poco removiendo con las varillas.
Añadimos 180 gramos de azúcar.
Añadimos los sobres de cuajada diluidos en leche y las dos hojas de gelatina neutra escurridas.
Removemos constantemente con las varillas para que quede una mezcla homogénea hasta que rompa a hervir (imprescindible que hierva para que cuaje).
Retiramos del fuego (en este momento será una mezcla líquida, tranquilas).
Vertemos sobre la base de galletas previamente enfriada y endurecida.
Colocamos en la nevera y dejamos enfriar.
COBERTURA
Espolvoreamos las galletas trituradas que habíamos reservado sobre la superficie de la tarta.
¡Siempre espolvorear antes de desmoldar para que quede bien!
Desmoldamos con cuidado y ¡a disfrutar! (es el momento, está claro, de despedir a la operación bikini).
Para adornar la tarta hemos puesto unas margaritas comestibles (más que nada para dar un toque de color a la tarta).
Queda una tarta buenísima, más gordita que la que se ve en la foto ya que he utilizado parte de los ingredientes para hacer tartas individuales para nosotros (como la tarta era para el cumple de una amiga de mi hija y no nos podíamos quedar sin probarla no ha quedado otro remedio).
Para hacer estas minitartas he utilizado un aro emplatador, y no me digáis que no han quedado bonitas.
Así que ya sabéis, si queréis una tarta rápida y que sea un éxito asegurado ésta es una fantástica opción.