El orden en casa, nos facilita las rutinas diarias, nos da tranquilidad, hace que no acumulemos cosas superfluas, que pensemos más y mejor antes de comprar algo que no necesitamos realmente, y sobre todo nos genera una gran satisfacción y la sensación de que todo fluye en nuestro hogar.
Conseguir una casa organizada no es fácil, pero es posible. Yo me he propuesto este Reto, lograr una casa ordenada y organizada antes del verano.
Empezaremos por la zona con más uso de la casa. La cocina.
La cocina.... parece mentira que podamos acumular tantas cosas que al final no usamos. Platos o tazas a punto de romperse, sartenes donde se pega la comida, cazuelas enormes para cocinar para cuarenta.... hay que ser sinceros, guardamos demasiadas cosas. Algunas pueden tener una segunda vida... pero otras, no.
Y cómo no, en toda cocina que se precie siempre hay un cajón desastre, ese donde metemos utensilios, bolígrafos, gomas elásticas, trapos, tijeras... y acabamos dejando todo lo que no sabemos dónde guardar.
No os voy a poner fotos de todos los armarios de la cocina, porque simplemente, ibais a ver platos y cazuelas, pero sí os voy a enseñar cómo quedó este cajón y una pequeña idea DIY que podéis aplicar a muchas cosas.
Así era el antes del cajón. Muchas cosas que no utilizo y mucho sitio desaprovechado.
Primero, sacar todo, clasificar y ser sinceros con lo que realmente vamos a utilizar. El resto, sin miramientos, a tirar. (Podemos dárselo a alguien que sí lo use o también tirarlo a un contenedor de recogida de objetos)
Forré el cajón con un vinilo de cuadros rojos y blancos, muy típico de las cocinas. Cogí las medidas del cajón y compré unas bandejas organizadoras transparentes en diferentes medidas según lo que quería meter en ellas. Las compré en un Bazar Oriental.
Cuando coloqué todo, tenía más espacio que antes. Así que aproveché el espacio sobrante para meter los botes de especias.
Estos botes son muy monos, pero para mi tienen un problema, que según qué especia sea, las puedo confundir entre ellas y sobre todo, al sacarlas de su bote original y meterlas ahí, no se cuándo caducan. ( Para este DIY podemos usar también los tarritos de potitos o similar)
Asi que quité todas las tapas y las pinté con spray de pintura negra para pizarra. Después de los tiempos de secado indicados por el fabricante, utilicé rotuladores para pizarra de tiza.
Escribí el nombre del contenido y la fecha de caducidad. Estos rotuladores se borran simplemente frotando con una bayeta húmeda, así cuando rellenemos de nuevo, podremos cambiar la fecha.
Me encanta cómo ha quedado y sobre todo, ORGANIZADO.
Primer paso del reto, conseguido. Compartiré alguna foto más en mi página de Facebook, visitadla y dadme un Me gusta si queréis seguir mi Reto.
Fuente: este post proviene de El baúl de flora, donde puedes consultar el contenido original.
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