Para ello utilizaremos plástico mágico, (lo encontrareis en tiendas de manualidades o en Amazon). Si no lo habéis utilizado antes os lo recomiendo, ¡es divertidísimo! y si tenéis niños van a alucinar...
Lo tenéis en color blanco o transparente, en este caso he usado el de color blanco.
Es muy sencillo, hacéis un dibujo a mano alzada o calcado con una plantilla, con lo más a gusto os encontréis. (IMPORTANTE: tened en cuenta que lo que hagáis encogerá a la mitad o más. )
Recortáis con unas tijeras y lo metéis al horno. Esperamos hasta que vemos cómo se empieza a arrugar, no os asustéis, enseguida veréis cómo poco a poco vuelve a estirarse para quedar perfectamente plano.
Para hacer los marcadores hacéis unos dibujos navideños, uno diferente por cada comensal que tengáis. En mi caso somos seis adultos. Así que dibujamos con rotulador negro (yo utilizo un rotulador de Posca Uni ) y con un rotulador permanente dorado hacemos unos detalles.
Cortamos las siluetas y con una perforadora hacemos un agujero para que después podamos pasar un cordón.
Ponemos las figuras en la bandeja del horno, (pongo papel de horno para asegurar que no se ensucien) Encendemos el horno a 150º arriba y abajo. Enseguida vamos a ver cómo funciona, es muy rápido, la verdad. Os he grabado un vídeo para que veáis el proceso de horneado.
Sacamos y dejamos enfriar. Como veis han quedado mucho más pequeñas de lo que habíamos dibujado.
Pasamos un cordón dorado y atamos cada figura a una copa. Ahora cada uno sabrá cual es su copa según la silueta y no se despistará durante la noche.
¿No os parece original? Además ahora seguro que se os ocurren mil ideas para hacer con Plástico mágico.
Nos vemos mañana con la tercera parte de Decorando la Navidad.
¡Felices Fiestas a todos!