Tengo la suerte de que a mis peques les gusta pintar y hacer "experimentos" como lo llama mi hija, jejeje. Normalmente les dejo que elijan lo que quieren usar, témperas, acuarelas, rotuladores, plastilina..... y dejarles hacer con libertad, aunque sin quitarles ojo de encima, sobre todo al pequeño, que tiene 21 meses, y como me descuide me la lía, jajaja.
Esta semana hemos estado coloreando con distintas técnicas para seguir con nuestra decoración. Empezamos con la pintura de dedos y el dibujo que eligieron fue una castaña y este fue el resultado.
Después de mancharse los dedos, decidieron que querían cambiar a los rotuladores, y el dibujo elegido fue una calabaza.
María que es muy cuidadosa pinta "sin salirse"
Y Juan pensó que no le apetecía colorear más y se dedicó a arrugar el dibujo, y así lo dejamos ;)
Otra tarde se decantaron por las témperas, más bien Juan, que cuando les pregunté si querían pintar, se fue a la habitación y cogió los botes de pintura, jejeje, uno en cada mano y con cara de ayúdame que pesan mucho....
El primer dibujo que hicieron fue una bellota, depués una naranja y una mandarina, eso sí de muchos colorines.
Como habréis visto todo está relacionado con esta estación, son frutos del otoño.
Tras dejar que se secaran, algunos los recorté un poco, cogimos una lana y los colocamos todos, así como unas cuantas hojas que cogió María el viernes de vuelta a casa desde el cole, porque las quería poner en el salón. Las pusimos en dos tiras y las colocamos en la pared, junto a la otra guirnalda que ya teníamos puesta de hojas hechas en fieltro y las recogidas de los árboles.
Y así ha quedado ;)
Como veis es una buena actividad para hacer con los niños, ya que además de pasarlo bien pintando, van aprendiendo cosas nuevas, como los distintos tipos de hojas y árboles que hay, y las frutas características de esta estación. Os lo recomiendo para pasar buenos ratos en familia y olvidarnos de la tele.