¿Recuerdas que habíamos dejado preparadas la tela exterior con su guata en las dos piezas, frontal y espalda? Las habíamos rehilado para que no se nos separaran y fuera más sencillo a la hora de trabajar con ellas. Además a la parte frontal le habíamos cosido ya los dos bolsillos laterales.
Para poder continuar, debemos coser la espalda a la parte frontal, formando lo que será la estructura de la mochila. Pero antes de coserlo, tienes que hacer dos triángulos de tela, ¿recuerdas las medidas? Necesitarás 4 triángulos de 7 cm de base x 5 cm de altura
Para formar cada uno de estos triángulos, tienes que colocarlos dos de ellos, derecho con derecho y coserlos alrededor. Dales la vuelta y lo colocas en el lateral, a cuatro centímetros de la base, respetando la misma costura que el resto del conjunto. ¡Ya puedes coser la parte frontal a la espalda!
Para terminar con los triángulos, solo tienes que colocar la cinta de mochila, de 40 cm, entre el triángulo y la espalda; y coserlo alrededor.
Una vez tengas esta estructura, vamos a trabajar con la tapa y las asas de la mochila. Necesitaremos el rectángulo de tela del mismo color que el bies de 4 x 33 cm para el refuerzo superior de la espalda, al que le haremos unos pequeños vueltos para que no se nos deshilache, la medida del vuelto será de un centímetro aproximadamente. Lo situamos en la parte de la estructura que corresponde con la espalda, de costura a costura, y a una distancia de 4 cm del borde superior. Fíjate en la foto.
No la cosas todavía porque tenemos que colocar antes las asas y la tapa de la mochila. Lo mejor es que hagas algún tipo de marca, con alfileres o algún bolígrafo de tela. Así sabrás después qué posición exacta va a ocupar.
Coge la tapa de la mochila y las asas, además de la cinta de mochila de 1 x 26 cm para el asa superior y colócalos centrados en la posición que posteriormente volverá a ocupar la tira de tela que te acabamos de enseñar. La mejor forma de entenderlo es viendo la foto, fíjate.
La tira que será el asas superior, la puedes colocar en la postura de la foto o hacia la tapa de la mochila, es indiferente. En mi caso lo preferí así para que cuando me pusiera la mochila no se viera la tira levantada… ¡manías que tiene una!
Si te has fijado, aún no tocamos el forro interior. Esto es importante porque lo que buscamos es no tener costuras por dentro de la mochila y por tanto un resultado mucho más limpio.
Vuelve a colocar la tira roja donde habías hecho las marcas, tapando la unión de la tapa y las asas de la mochila. Cóselo a la máquina haciendo doble costura. Ten en cuenta que esta es una de las partes que más va a sufrir y tiene que estar muy fuerte.
Ya tenemos nuestra estructura con su tapa y sus asas. ¿Vamos con la base? Estos son los materiales que vamos a necesitar.
FONDO DE LA MOCHILA
Fondo
Tela exterior: 1 rectángulo de 30 x 20 cm
Tela interior: 1 rectángulo de 30 x 20 cm
Guata: 1 rectángulo de 30 x 20 cm
Cinta de mochila:
2 x 55 cm para la parte delantera (las que salen desde la base)
Unimos las tres capas que forman el fondo de la mochila, en el mismo orden en el que quedarán al final, es decir, las dos telas revés con revés y en medio colocamos las guata. Pasamos un rehilado alrededor para que queden sujetas y la situamos provisionalmente en base de la estructura que hemos cosido para fijarnos en el punto en el que debemos colocar las tiras de la mochila. Tienen que estar perfectamente alineadas con la tapa, porque será el cierre. Hilvánalo para que queden bien seguras, como hemos hecho en la foto.
Cose la base a las paredes de la mochila. Si te sientes más segura, redondea las esquinas para que te sea más sencillo a la hora de coser. ¡Ten cuidado porque las costuras tienen que quedar hacia adentro! Tienes que colocarlas exterior con exterior, dejando por fuera las cintas de mochila, que una vez hayamos cosido toda la base, y asegurándonos de que están bien alineadas con la tapa, las coseremos a la parte frontal de la mochila. Desde la base calculamos 20 cm dejándola fija, tal y como hicimos en la parte inferior de los bolsillos laterales.
¡Vamos con el interior! Cosemos las paredes del forro dejando las costuras hacia el revés de la tela. Lo colocamos en el interior de la mochila, asegurándonos que la parte de la espalda coincide en las dos estructuras. Para que no se te mueva y a la vez puedas guiarte mejor, rehílalo en la parte superior para sujetarlo con la tela exterior y la guata.
Una vez lo tengas, dale la vuelta a la mochila, sacando el fondo hacia arriba y ajustando el forro en la costura inferior, la que hemos hecho para poner la base. Cóselo alrededor y coloca una cinta al bies, que puede ser de la misma tela del forro para que no se note.
Ya solo nos queda terminar de coser la cinta al bies y así quedarán tapadas todas las costuras y también la cinta de mochila que hemos escondido en la base de la mochila. El resultado es éste.
¿Estás lista para terminar este proyecto? Es el turno de la pretina. Y te recuerdo que esto es lo que necesitaremos:
Tela optativa (elige la que prefieras de las que utilices en tu proyecto): 1 rectángulo de 10 x 100 cm (coincide con el contorno de la mochila)
En nuestro caso utilizamos la tela interior y como metemos un cordón por dentro, le pusimos unos ojetes por donde poder sacarlo y que no se termine estropeando la tela de tanto abrir y cerrar.
Colocamos la tira a 2 centímetros del borde superior, el que habíamos rehilado con la tela del forro y el exterior de la mochila; y lo cosemos a un centímetro y medio del borde de la tira. Como ves en la foto.
Cuando hayamos cosido todo el contorno de la mochila, la tira se nos unirá en un punto. Intenta que sea en la parte por la que está la tapa para que quede más disimulado. Pasa un pespunte de arriba abajo y corta el sobrante.
Dobla sobre sí misma la tira hacia el interior del trabajo, dejando escondidas las costuras y haciendo un pequeño vueltecito para que no se nos deshilache la tela. Cóselo todo alrededor para cerrarlo y pasa un pespunte en la parte superior (que no está en la foto) para que quede más asentado.
Ya solo tendrás que poner el cordón en el interior, del color que más prefieras.
¡Ya tienes tu mochila terminada! ¡Yuju! Como te dije desde el primer día es un trabajo en el que debes tener muchísimas cosas en cuenta pero no es excesivamente complicado de hacer. Si te sirve de consuelo y si ya has hecho el estuche de los cuatro bolsillos, mi madre asegura que le pareció mucho más complicado el estuche. ¡Así que no hay excusas que valgan!
Espero que te animes a hacerla y si es así que nos mandes las fotografías para velas terminadas. Un consejo que te puedo dar, las tiras si quieres puedes hacerlas algo más estrechas; en mi caso estoy muy cómoda con ellas pero pueden resultar muy gruesas a la altura de los hombros. Y para que todo quede mejor acabado, puedes hacer una costura en la punta de las tiras de mochila que queden sueltas para que no se te deshilachen.
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¡Esto es todo por el momento! Ya estamos dándole vueltas a futuros proyectos y también a algunas peticiones que nos han hecho a través de correo electrónico. Esperamos poder llegar a muchas, siempre que el tiempo nos lo permita. ¡Nos leemos pronto!
¡Besos costureriles!
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