Y llegó el miércoles. Y con él, el propósito que te recomiendo:
Busca una pasión.
Cuando oímos la palabra "Pasión", nos viene a la mente algo así como un sentimiento desenfrenado e inevitable. Y no siempre es así.
Buscar una pasión puede ser totalmente asequible. No hace falta tener que viajar, ni dedicar horas y horas, ni hacer un gran desembolso económico. Simplemente, oye a tu corazón y que él te diga qué te gusta.
Tener una pasión es tener un reducto sólo para nosotr@s. Un lugar donde echar el resto, donde olvidarse de los problemas del trabajo, de los niños, de la pareja.
Tener una pasión es contar las horas que faltan para poder dedicarnos a ella. El despertarse de madrugada pensando en lo que abordaremos a continuación, y contenernos para no levantarnos y ponernos a ello.
Porque las pasiones son incontenibles.
Tener una pasión es disponer de un tronco al que aferrarnos cuando parece que todo va mal en nuestra vida. Porque sabemos que siguiendo nuestra pasión podremos desfogarnos. Y se nos olvidará todo.
Tu pasión puede ser bordar, hacer patchwork, correr, cocinar, leer, pintar... lo que sea. Lo importante es que haya algo que te apasione.
Y no importa si eres buena haciéndolo o no.
Porque si sigues tu pasión, no hay jueces, no hay evaluaciones. Y porque no disfrutas de tu pasión para que nadie te puntúe, o para que te diga lo buena que eres. Porque las pasiones surgen del corazón, Y cuando dedicas tiempo a lo que te apasiona, te da igual quién te mire.
Sólo te importa verte a tí misma feliz, implicada en algo.
Por eso, este es mi propósito de esta semana:
Busca una pasión, algo que haga latir tu corazón y que te haga levantarte cada mañana contando los minutos que quedan para poder dedicarle tiempo.
¿Me cuentas cuál es tu pasión?
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