Esta pasión tenía posibilidades de crecer y perfeccionarse cuando me regalaron una cámara réflex de Canon, con un montón de funciones y opciones para investigar y practicar. Pero mi sueño de fotógrafa por excelencia se truncó con la llegada de mi primer hijo, al que adoro, por cierto. (Hijo, cuando leas esto dentro de 15 años, seguro que ya lo he retomado, no te preocupes).
El caso es que ir detrás de un niño que esta aprendiendo a andar, o que ya anda y además corre, llevar el carro, la bolsa con los pañales, los biberones, la ropa de recambio... El bolso, los abrigos, las cosas que le vas quitando de las manos... Y la cámara de fotos con su objetivo de 20 cm colgada en el cuello, resulta poco práctico.
Ahora con dos niños, las fotos las hago todas con el móvil, hago 20 por sí alguna sale bien, retocarla con una aplicación, también en el móvil y quizá con suerte, algún día la revele. A pesar de todo, no pierdo la esperanza. Estoy segura que algún día retomare esta pasión y quien sabe, quizá os lo pueda contar a través del blog ;)
Tenéis alguna pasión aparcada?
Feliz semana!
Fotos: Sara González Carrasco