He tejido estos dos patitos estos últimos días. Uno en amarillo y otro en un rosa muy clarito. Quería otro en azul, pero me quedé sin ese color y aún no he podido reponer. No descarto, sin embargo, poder tener otro a tiempo.
Queda menos de una semana para Expotaku. El próximo jueves, a estas horas, ya tendremos todo montado y casi listo para empezar el viernes por la mañana. Ay, cada vez que pienso en el madrugón que nos vamos a pegar... eso si no me despierto otro año más a las 6 de la mañana y con las ganas de empezar soy capaz de volver a dormir.
Me gustaría decir que tengo casi todo listo para empaquetarlo y salir, pero este año no es el caso. Me queda una semana de infarto y de trabajar un montón para llegar como quiero al jueves. Y lo peor es que todo lo que quería tener tejido lo tengo: lo que me queda por hacer es lo que os contaba hace dos años del trabajo que no se ve. Etiquetas, expositores, bolsas... todo para ir decente y preparada que no es amigurumi.
Además, estoy cosiendo unas cuantas sorpresas. Las enseñaré el día anterior a empezar, pero estoy muy contenta con ellas. Solamente se las he enseñado a un par de personas, para que me dijesen si les gustaban... y ya me han pedido que aparte una para quedarse con ella :D
Estos patitos miden cerca de 15cm de alto. Para que sean aptos para niños pequeños no quise ponerle ojos de plástico, así que se los bordé con una hebra de lana negra. Van rellenos, como siempre, de un relleno hipoalergénico y blandito. Todas las costuras reforzadas... es decir, especialmente pensados para niños muy pequeños que aún se llevan muchas cosas a la boca. No son la mayor parte del público que viene a Expotaku, pero todos los años viene algún padre con un pequeño friki.
Vuelvo a las agujas. Y al cúter y la pasta de modelar. ¿Qué estaré preparando? También tengo que volver a la máquina de coser. Tengo tantas cosas que hacer todavía...
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