El primer diseño en tonos verdes y de formas curvas.
Materiales: fieltro, cordón, un abalorio central ovalado, abalorios pequeños para rematar el borde, aguja e hilo de nylon transparente, tijeras finas o cúter, cola vinílica u otro pegamento fuerte que sirva para tela. Una base de pasador de pelo y pistola de silicona para el fijado final.
Trabajamos sobre el trozo de fieltro sin recortar porque la forma final nos la da el dibujo que vayamos construyendo con el cordón. Pegamos en el centro el abalorio y vamos haciendo las filigranas que más nos gusten a su alrededor con el cordón, buscando la simetría. Se puede ir fijando con pegamento de secado rápido. Yo también me iba ayudando de unas puntadas con el hilo transparente para asegurar que quedaba bien fijado porque, de lo contrario, cuesta mantener los dobleces en un dibujo así.
Después añadí por todo el borde una fila de abalorios que se van enhebrando en pequeños grupos y asegurando también por el trayecto (les damos después unas puntadas transversales) para que se ajusten a las curvas.
A ambos lados y, aprovechando que el cordón se deshacía en hilos de colores, le añadí más para formar como dos borlas rematadas con puntadas igual que los bordes de los laterales.
Una vez completado, recorté siguiendo justo las curvaturas del borde y asegurando un extra de fieltro en los extremos para cubrir toda la base de metal. Por detrás se pega otro fieltro de la misma forma para tapar todas las puntadas y dar más consistencia.
El segundo diseño en tono morado y forma oval.
Materiales: fieltro, cordón (en este caso unos restos de cola de ratón morado y blanco que tenía de hacer pulseras), un abalorio central ovalado(que como era reciclado, me resultaba muy brillante y no me convencía, transformé en blanco con tres capas de esmalte de uñas blanco), abalorios pequeños, aguja e hilo de nylon transparente, pegamento, una base de pasador de pelo y pistola de silicona para el fijado final.
En este caso primero escogí la forma que quería darle haciendo un patrón de cartón y recortando sobre el mismo las dos piezas de fieltro que iba a necesitar.
También pegué en medio el abalorio escogido para el centro y fui pegando los cordones formando un dibujo a su alrededor y por todo el contorno. A ambos lados otras dos filigranas en forma de caracol con los dos cordones a la vez, fijadas también con hilo para evitar que se abriesen.
Una vez seco, rellené todo el interior con abalorios enhebrados en pequeños montoncitos ( de de 2 o 3 en 3) dependiendo del espacio a rellenar y la curvatura para ajustarlos bien y que toda la estructura quedase como un empedrado.
Al final pequé por detrás como en el anterior la segunda pieza de fieltro de la misma forma y rematé el borde con un tercer cordón que consigue un mejor acabado.
En ambos casos la pieza va sujeta al pasador metálico con silicona caliente porque creo que es lo que más seguridad garantiza por su efecto relleno.
Esta es la idea base, las formas... infinitas.