Como de costumbre, admite todo tipo de combinaciones y sirve para dar salida a esos trocitos de telas, cintas, lanas, restos de abalorios, ...que nos van quedando de otras labores. Basta esmerarse un poco en la combinación y el resultado puede sorprender.
El de hoy es en tonos caquis, estilo vintage. Pero tengo en mente otro con más colorido para que podías elegir.
Ya podéis rebuscar entre los restos:
Empezamos por las flores de tela. Cortamos una tira larga de tela, la vamos enroscando sobre sí misma de forma longitudinal y, a la vez, enrollando como un caracol. A medida que hacemos el caracol lo vamos fijando con puntadas por el revés.
La flor pequeña la comencé alrededor de un abalorio redondo central, pasando las primeras puntadas a través del mismo (podéis colocar también un botón, o incluir abalorios alrededor). El aspecto deshilachado es opcional, me parece bonito.
La flor de crochet se realiza a partir de una tira tejida y enrollada sobre sí misma, para dar dos vueltas y fijar al final.
El esquema es el siguiente:
1 v- Tira inicial de 60 cadenetas
2 v- "1 p. alto, 1 cad" toda la vuelta (el 1º p alto se sustituye por 3 cad)
3 v- " 5 p. altos sobre una cad de la vuelta 2", saltar p alto, "1 p bajo sobre la sig cad de la vuelta 2", toda la vuelta.
En el centro la decoramos a gusto. En mi caso empleé abalorios pequeños en dos tonalidades, que fui bordando en círculo sobre una base de fieltro, para luego coser a la flor y completarla.
Con más abalorios, cintas y restos de la misma tela, diseñé los colgantes.
Y con un hilo de crochet un poco más oscuro, las dos hojas.
El tamaño las diferencia, pero el esquema básico es el siguiente:
Comenzando con 12 cadenetas centrales hacia el pico y siguiendo las flechas, se va trabajando de lado a lado formando los picos laterales para voltear y ampliando la hoja en semicircunferencia por detrás.
Una vez que tenemos todos los detalles, comprobamos su distribución sobre una base de fieltro, añadiendo lo que nos apetezca.
Cuando ya lo tenemos claro los fijamos con hilo y aguja comenzando por las capaz más profundas y continuando por las superficiales.
El fieltro de soporte se recorta a medida. Dos partes iguales.
Sobre la primera cosemos todas las piezas del broche. Para que no se vean las puntadas (foto 2), sobre esta primera pieza superponemos la segunda, con cola blanca o silicona líquida para dar un poco de consistencia.
Después podemos incorporar un festón por todo el borde con el mismo hilo de crochet (foto 3).
Y , por último, coser o pegar el soporte metálico con silicona caliente.
Para dar consistencia y mantener la forma, con ayuda de un pincel impregné por encima tanto las flores como las hojas con látex muy diluido (la solución que empleó para barnizar, vale tambie´n cola blanca), moldeando con los dedos y dejando secar.
Si os gusta este estilo, os dejo los enlaces donde podéis inspiraros para hacer un COLGANTE y un PASADOR DE PELO que publiqué hace tiempo.
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Os espero!!