El proceso es similar al del bote reciclado de gel pero al usar un material distinto, hay que hacerlo con la misma atención. En este caso lo que mas me interesa enseñar es el sistema que ha ideado mi esposa para que la lana no se desmadre por todos los lados, y acabe en un enorme nudo.
Lo que sale de la base del bol no es la cola de una rata, aunque lo parezca. Es el cabo del ovillo de lana que va a emplear en el forrado del bote de gel. Puede moverse sobre la mesa, porque el ovillo no deja de ser una pelota, pero nunca se soltara tanto hilo, como para hacerse un nudo.
El bol visto por el otro lado. En realidad el bol no estaba pensado para hacer esto, sino para hacer una lampara, y usarlo de base. Por eso el agujero no es todo lo perfecto que requeriría el uso con lana, pero para un apuro, ha servido a la perfección.
Estos boles son de los que encuentras en cualquier establecimiento de esa gran franquicia a la que hemos dado en llamar "el chino de abajo". Es un plástico duro, pero que casca con mucha facilidad. Pero no es difícil hacer agujero.
El trabajo empieza por la base. Empieza la tarea encolando una franja en la parte baja del bote. Pone el cabo de la lana, dos dedos o así, perpendicular a la base, y en ese momento lo gira, para empezar a enrollar la lana en el bote.
Hay que procurar que las vueltas estén muy juntas. Ir encolando y enrollando, sin prisas, y poco a poco se va llegando al final del cuerpo del bote.
En el momento de llegar al cuello, se complica un poco el enrollado, porque no se puede apretar el hilo. Mi mujer se ayuda de un palillo de dientes. para arrimar una vuelta a la anterior. Tener cuidado, porque el palillo también puede pegarse al bote. Aquí es donde mas paciencia hay que tener.
La artista nos demuestra su arte, haciendo llegar el hilo hasta el mismo tapón. De esta forma, al roscar el tapón, no se va a notar donde empieza el tapón, ni donde acaba el enrollado del bote.
En el tapón se ha ayudado de pegamento de cianocrilato para iniciar el enrollado, porque la cola es un poco mas complicada de trabajar. En el momento que tiene el cabo del hilo ya sujeto, sigue con la cola hasta el final.
Cuando ya tiene toda el hilo puesto, le da dos manos mas de cola blanca sobre la lana. Y cuando esta ha secado, otras dos de barniz al agua. El resultado es original y útil. Además es un recipiente que tardara un poco mas en aparecer por el contenedor de reciclaje.
Y este es el final. Un bote reciclado, perfectamente funcional, rellenable y que puede ser un elemento decorativo original y único. Espero que os haya gustado y animaros a realizar algo como esto, que es un buen trabajo de reciclado y de entretenimiento.
Hasta otra.