OTOÑO
Empieza una estación que huele a rico, que suena a banda de música callejera. Se apaga poco a poco el verano. Es buen momento para emplear la energía que con los rayos de sol hemos ido acumulando.
Me gusta. Es momento de retomar proyectos con fuerza, de tardes de manta y peli, de botas nuevas. De ocres y magentas. Faltan unos meses para hacer balance de este año y, en ocasiones, nos suelen quedar pendientes propósitos que con toda nuestra buena intención planteamos al principio, y curiosamente, muchos de ellos tienen que ver con nosotras mismas. ¿Te ha pasado?
Te propongo algo, ¿qué te parece si este Otoño lo comenzamos con fuerza para cumplirlos? Aún estamos a tiempo de replantear nuestros objetivos más personales para llevarlos a cabo pero, ¿por dónde podemos empezar?
Como suelen decir, “hay momentos para todo”, y aunque suene a utopía, creo que es verdad, pero es necesario organizarse. A veces, olvidamos lo más importante: parar el ritmo vertiginoso de nuestro día a día y dedicarnos momentos de calma, pequeños (o no tan pequeños) caprichos, llevar a cabo actividades que nos aporten bienestar, que nos permitan tomar consciencia del momento actual y conectar con nuestra esencia, con nuestro poder, con nuestra realidad.
Es un buen momento para echar la vista atrás y valorar si llevamos al día los controles de salud, las revisiones rutinarias ginecológicas, si tenemos pendiente algún tipo de prueba específica. De pararnos a elaborar menús semanales saludables en familia con los productos de esta temporada, de realizar aquellas actividades deportivas que hasta ahora han quedado aparcadas, de cuidar nuestra imagen, de cambiar la ropa de armario. Si por mi fuera, en Otoño, le seguiría otorgando al reloj el escaso poder que ha tenido a lo largo los pasados meses estivales y teñiría las nuevas colecciones de tonos vivos y estampados llamativos para dar color a los días que están por venir.
No nos debemos de olvidar de cuidar nuestra mente, de cultivarla. De parar un momento a conocernos. De meditar, de practicar por ejemplo Reiki o de emplear cualquier otra herramienta que nos permita conectar con nuestra paz interior.
Es un buen momento para oír una y mil veces nuestra canción favorita. Para bailar.
Despertar
ya no es septiembre nunca más
despide al sol y en la ciudad
todos han vuelto
y yo con lo puesto.
Regresar
con los brazos cruzados
y nadie te ha cambiado
siempre es lo mismo
seguir el instinto animal.
Otoño y mariposas
te han venido a buscar
borrarte la memoria
vuelan tan lejos
dejando el invierno detrás.
[…]
(“Otoño y mariposas” Miss Caffeina)
Para retomar libros en los que el marcapáginas señala que quedan capítulos por leer. Es un buen momento para disfrutar de nuestra familia, para extender las cenas con nuestros/as amigos/as hasta altas horas. Para arroparnos con nuestra gente.
Para amar. Para soñar.
Es un buen momento para retomar proyectos pendientes, para continuar formándonos, creciendo, curioseando. Para ponerle voz a nuestras inquietudes.
Es un buen momento para sonreír. Para cuidarnos. Para tenernos en cuenta.
Y tú , ¿cómo afrontas este Otoño? ¿Para qué crees que es buen momento?
#comienzaturevolucion
#EnMedioDeMisBrazos