Si buscamos nuestro punto de partida, puede que inevitablemente nos dirijamos hasta el pilar en el que se sustentan nuestras necesidades más primarias, donde comienzan nuestras experiencias, donde se forjan los patrones de conducta, la gestión emocional, donde se dan las primeras identificaciones a nivel individual, social y cultural: en el seno de nuestra familia.
Bajo mi punto de vista, la familia es mucho más que un “grupo de personas emparentadas entre sí”, tal y como destaca la definición de la Real Academia Española.
La familia es amor, es apoyo, es comprensión. Es crianza, es vínculo.
La familia educa, modela, arropa.
En la actualidad, la familia de corte más clásico y tradicional ha ido abriendo paso a nuevos modelos. El concepto ha ido evolucionando, normalizándose, adaptándose a las nuevas realidades individuales y sociales imperantes en la actualidad y contribuyendo a la diversidad.
Podría nombrar distintas peculiaridades de las familias modernas, sin embargo creo que por muchas que señalara, me quedaría corta a la hora de incluir cada una de ellas y volvería a darle voz a un número limitado de las mismas; pero te animo a que dediques un momento a mirar a tu alrededor y a ser consciente de la riqueza que te rodea, de las distintas formas de relación, de las diversas composiciones de los núcleos familiares, de la variedad de expectativas, de formas de educar, de sentir, de vivir.
Es necesario ser conscientes de ello y adaptarnos al entorno que nos envuelve para promover todos aquellos cambios que faciliten la integración de todos los nuevos modelos y trabajar los valores para evitar ningún tipo de discriminación.
En relación a esto, y como ejemplo, cada vez es más frecuente que el Día del Padre y Día de la Madre, sea sustituido en los centros de enseñanza por el Día de las Familias, con el objetivo de incluir todas las situaciones familiares de un modo respetuoso e igualitario.
Independientemente de cada contexto, cada familia se enmarca, entre otros muchos, dentro de los siguientes parámetros:
PROTECCIÓN.
Debe de cubrir las necesidades detectadas y fomentar unas correctas pautas de alimentación, higiene y salud en general. Ha de ser fuente de cuidados, de seguridad, de bienestar.
APOYO EMOCIONAL.
Sustenta los pensamientos, emociones, sentimientos, tanto positivos como negativos y sirve de guía para canalizarlos y aprender a gestionarlos, sentando la base de la autoestima.
MODELO.
En la familia, se educa con lo que se dice y con lo que se calla, con lo que se hace y con lo que no se hace, es decir, tiene tanto poder, que cómo se aborden determinadas situaciones servirá probablemente de referente para incluso llegar a generalizarlo.
Ser modelo no es sencillo, ya que se es para lo bueno y para lo menos bueno, por lo que la familia tiene la responsabilidad de actuar en consonancia con los valores que desea transmitir, de pautar aquellas normas que faciliten la convivencia y de cumplirlas, de cuidar sus hábitos y de proyectar la filosofía de vida acorde a lo esperado.
RELACIÓN SOCIAL.
Suele constituir uno de los ámbitos de relación más intenso a nivel de convivencia, en el que, al igual que en el resto de contextos sociales, el conflicto estará presente.
Gestionarlo de un modo constructivo, fomentar la comunicación, el respeto, la empatía, el sentido del humor, compartir momentos de calidad, de camaradería, de complicidad, emplear un lenguaje inclusivo… suelen ser estrategias que facilitan que la relación sea libre, positiva, de confianza.
El próximo día 15 se celebra el Día Mundial de las Familias, hagamos que todos los días lo sean.
Para mi familia.
#ComienzaTuRevolución
#EnMedioDeMisBrazos.