Con una resolución y una confianza que nos admiran, Bepeke abordó el plan de realizar con sus propias manos casi todos los elementos decorativos del cuarto. La mágica actividad desplegada por nuestra amiga ha dado como fruto una habitación de cuento de hadas, que haría soñar al mejor especialista en decoración infantil. !Vamos a visitarla!
Nuevo capítulo que nuestra amiga cumple con nota: los encantadores cuadritos que vemos en la pared, sobre la cómoda, también fueron realizados por la artista.
El caracol es una de las criaturas típicas en el universo de Tilda, y aquí vemos la pareja que realizó Bepeke como simpático adorno para el radiador.
Bepeke coloca el listón altísimo desde el comienzo. Aunque nunca había hecho nada con madera, nos explica, “me aventuré a ponerle un friso, y también a pintarlo de rosa”.
La bañista Tilda es otra figura muy popular en el foro.
Nuestra amiga encontró esta mecedora abandonada en un contenedor de residuos, y la restauró así de bien para convertirla en la guinda de la habitación.
Otra habilidad que nuestra amiga saca de la chistera: aunque apenas tenía experiencia de costura, hizo los estores de la ventana.
La encantadora lámpara también combina los tonos rosas y blancos de la habitación.
La cama de la muñeca, con su edredón. El cabecero lleva dibujos a juego con los cuadritos.
La imagen nos ofrece un cuadro realmente idílico. No hay nada imposible si ponemos en la tarea el cariño y la dedicación de nuestra amiga Bepeke. ¡Felicidades a las dos, madre e hija!
Un detalle del rincón de la pared, adornado con globos.