De no ir con niños me hubiera quedado horas sentada en esa escalinata admirando los maravillosos techos, los arcos, las columnas...
El acceso al museo es completamente gratuíto, por eso se forman colas importantes; si además elegís un día lluvioso para ir (como fue nuestro caso) preparaos para tener una visita un poco estresante. Os cuento por qué.
Como digo, al ser de acceso gratuíto, la afluencia de gente es ingente y como el mayor reclamo de este Museo son los dinosaurios, la sala dedicada a ellos está organizada en un recorrido a través de pasillos y escaleras unidireccionales que te hacen la visita de lo más estresante. Evidentemente te puedes parar a hacer fotos y demás, pero no puedes volver sobre tus pasos a ver algo que quieres ver de nuevo. Es la parte negativa de este museo.
Lástima no poder insertar videos desde la app de blogger, pues hice uno impresioante de la reproducción en movimiento del Tiranosaurius Rex que es alucinante. Insertaré el video a mi vuelta a Madrid ;)
El resto de salas (organizadas por tipo de animales: mamíferos, reptiles, mundo acuático...) se ven de una manera mucho más relajada.
Dispone de dos cafeterías donde se puede hacer un descanso para continuar más tarde. Es un buen plan para pasar 3 horitas con los niños entretenidos, disfrutando y aprendiendo.
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