Las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres. Ni uno más, ni uno menos. Somos personas con derecho a trabajar, a crecer laboralmente, a llegar a lo más alto. A reducir nuestra jornada para conciliar con nuestra maternidad, o a no reducirla, sin que ninguna de esas decisiones afecte nuestras funciones o rango.
Tenemos derecho a criar a nuestros hij@s, a darles el pecho o no dárselo, a dejarlos con sus abuel@s para salir con nuestras amigas o pasar día y noche con ellos. Tenemos derecho a ser madres y trabajadoras, a ser solo una de las dos cosas o a ser las dos a la vez, sin sentirnos culpables.
Tenemos derecho a descansar. A tener tiempo libre, independientemente de si trabajamos, tenemos 2 hijos o 4 perros. Tenemos derecho a leer un libro de vez en cuando, ir al gimnasio o darnos un baño de dos horas. Tenemos derecho a tiempo para nuestro cuidado personal. Teñirnos el pelo, depilarnos las piernas, pintarnos las uñas. Tenemos derecho a no hacer ninguna de esas cosas sin temor a que nos insulten.
¡Tenemos derecho a vivir! A salir a la calle, hacer deporte al aire libre o volver a casa sin miedo. Tenemos derecho a ser gordas, flacas, altas o bajas, sin que nadie nos juzgue. Tenemos derecho a viajar, solas, acompañadas, en pandilla o con la familia. Tenemos derecho a un novi@, un marid@ o una soltería. Tenemos derecho a no tener hijos. O a tenerlos. O a adoptarlos.
Tenemos derecho a ser lo que nos de la gana. Tenemos derecho a vivir sin sentirnos juzgadas en cada decisión, en cada paso hacia adelante y cada retroceso. Tenemos derecho a dudar, a creer que un mundo para tod@s en igualdad de condiciones es posible y tenemos derecho a quejarnos, a protestar, a salir a la calle y gritar donde haga falta.
Porque TENEMOS DERECHOS.
Porque no hay derecho a que el 35% de las mujeres del mundo hayan sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de su vida. No hay derecho. No hay derecho a que la violencia de género sea la principal causa de muerte de las mujeres entre 15 y 44 años en todo el mundo. Por encima de las muertes por cáncer, accidente de tráfico o guerra, todas juntas. No hay derecho. (datos de ONU).
No hay derecho a que la vida de cada mujer esté empañada por el miedo. Miedo a perder el trabajo, miedo al qué dirán. Miedo a no ser una buena madre, una buena pareja, una buena trabajadora. Miedo a no estar al 100% en todo porque la sociedad te lo exige todo. Miedo a que te maten. No hay derecho.
La igualdad no es una opción, es un derecho.
El feminismo es la manifestación de la lucha por la igualdad, llevada a cabo por todas las mujeres y hombres que se han dado cuenta de esto.
El 8 de marzo paramos: no trabajo, no cuido, no consumo.