Mi pobre muñeca empezó un poco con mal pié, ya que, primero, quise recuperar unas bolas de madera que pinté de plateado y que con alcohol logré sacar casi toda a pintura, y segundo, el alambre que tengo en casa es demasiado duro así que opté por utilizar para el cuerpo una fornitura que llamada cola de ratón.
Aún así seguí en mi empeño en hacer mi muñeca, lo que hice primero es colocar el pelo intercalando lana cortada a mechones y meterlo por uno de los agujeros de la bola. Metí también un cordón negro que sirve para poder colgar la muñeca.
Una vez colocado el pelo, me di cuenta que la bola para la cabeza era demasiado grande y pesaba mucho, pero decidí seguir adelante. Con unos cuantos nudos en la cola de ratón hice el cuello y coloqué lo que serían los brazos.
Busqué un trozo de tela tejana para hacer el vestido con forma de trapecio. La verdad es que podría haber trabajado más el vestido, pero me decanté por lo más sencillo.
Recorté 2 trapecios y los uní al cuerpo dando unas puntadas todo alrededor excepto en el bajo.
Llegado a este punto , la pobre muñeca no aguanta la cabeza y mi hija me dice que es horrible, así que decido aparcarla para dedicarle más tiempo en otra ocasión.
Pero un día después, al volver del trabajo pruebo de nuevo, le pinto la cara con un rotulador color carne, le dibujo el rostro, le corto e igualo el pelo y lo pego con cola blanca.
Y ya de esta guisa la pobre muñequita se sintió hermosa, se peinó, se pintó los labios y salió a comerse el mundo.
Me quedo con las ganas de probar con alambre y trabajar más la indumentaria, además de hacerle la cabeza con una bola de madera más pequeña.
Esta es mi pequeña aportación al reto mensual blogueras.
Te animo a que pases por el Blog de Esther y veas las preciosidades de mis compis de reto.
Que tengas muy buena semana!