Hacía mucho que no me deleitaba con el placer de pintar, algo que me encanta, me relaja y me llena de vida; y aprovechando estos días de fiesta y este sol de invierno tan agradable, por fin me decidí a terminar un cuadro que hace mucho que empecé... Se trata de un bodegón compuesto por una cesta repleta de setas, acompañados de unas castañas y bellotas, todos "frutos de otoño" como me ha parecido lo más adecuado titular esta obra. He querido darle mucho color a todo el conjunto, de ahí el cielo tan azul contrastando con el amarillo mostaza de la cesta y la mesa de madera.
Las setas son las típicas de esta zona, concretamente del género macrolepiota procera, que aquí se les conoce como tortullos, aunque según el sitio puede cambiar el nombre común. Ya os hablé de ellas en esta entrada, y de otras setas aquí, en las que también he incluido algunas recetas con estos manjares.
¡Espero os haya gustado!