El caso es que con el bote de pintura blanca en una mano y las impresiones en otra, empecé a buscar alguna superficie para tunear...
Elegí un malma blanco, y así ya tenía el camino hecho en cuanto a pintura, hice transfers en la parte superior, en la inferior pegué unas láminas que imprimí y separé con plomo adhesivo.
Quería transformar algo más, y encontré una percha infantil, de color verde feo... con un muñeco pegado más feo aún... ya tenía algo para reciclar!
Al ser un poco ancha, resultó ideal para colocar unas alcayatas, y convertirla en cuelga collares o dejar algún pañuelo.
Por último, quería dejaros esta pulsera que transformé a mi gusto, me parecía muy sosa con los eslabones solos, y entrelacé una cinta de raso. Dejé unos colgantes, quité otros, y así quedó! Con las piezas que sobraron improvisé un collar.
Muchísimas gracias por vuestras visitas y comentarios tan cariñosos!